Piden que protección para huérfanos de feminicidios sea obligatoria en Coahuila
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Serymar Soto Azúa fue asesinada por su prometido, Jorge Alejandro, el 28 de enero de 2017 en Torreón y es su familia quien, por siete años, no ha parado de ir a juzgados y pedir justicia.
Además de cuidar a su hijo, han hecho propia la lucha por beneficios a niños huérfanos por casos de feminicidios.
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Sandra Soto indicó que, desde el sexenio pasado, Coahuila tiene un programa para restituir los derechos de los niños. Y pide a las autoridades actuales que se mantengan en la nueva administración, ya que son las familias las que luchan por ellos.
En el caso de su hermana, ella era madre soltera, y fueron sus padres los que se hicieron cargo de su hijo. Su padre falleció durante la pandemia.
“Mi papá murió por el COVID, y es mi mamá y el resto de la familia los que nos hacemos cargo, pero la mayoría de los niños quedan a cargo de los abuelos que son ya personas grandes, quedan a merced de la familia”, dijo.
“La violencia afecta a todos... es desgastante y no tienes un proceso de sanación, no hay un duelo porque siempre tienes que estar atenta al proceso judicial, pierdes los trabajos y eso te perjudica económicamente. Para eso solicitamos el apoyo y restitución de los derechos de los huérfanos de feminicidios porque quedan en total desamparo, quedan a cargo de sus familiares que son personas ya mayores”, dijo.
EN CONTEXTO
Serymar, una joven de 21 años, discutió con su prometido el 28 de enero de 2017, y este la arrolló con su carro.
Tras un proceso judicial, fue declarado culpable el 23 de noviembre de 2018 a 46 años de cárcel, pero el 7 de junio de 2019, interpuso un recurso de apelación para pedir que se le revoque la sentencia.
El proceso continúa vigente y la familia no ha podido vivir su duelo.