Por ley, plantean apoyar a familiares cuidadores de personas con Alzheimer en Coahuila
Especialistas de la Facultad de Enfermería “Dr. Santiago Valdés Galindo”, de la UAdeC, proponen al Congreso del Estado de Coahuila reformar la Ley de Asistencia Social y Protección de Derechos, para incluir como beneficiarios a los familiares cuidadores de personas con discapacidad mental derivada del Alzheimer, enfermedad que va en aumento por el envejecimiento poblacional en el estado.
Además, añadir el Artículo 6 Bis, para indicar que en la medida de sus posibilidades participarán en los procesos de asistencia social, como capacitación, cuidado, rehabilitación e integración de pacientes de Alzheimer bajo su tutela y obtendrán los beneficios de asistencia social que a su favor las leyes establezcan.
De igual manera, “las leyes preverán la creación, administración y manutención de centros de apoyo para las personas, donde se les brinde capacitación, asesoría legal y psicológica relativa a su situación particular”.
El grupo de expertos advierten la urgencia de implementar programas que aseguren estrategias formales de ayuda y atención domiciliaria y prestaciones económicas a los familiares cuidadores, como en Estados Unidos, Canadá y países de Europa, ya que la mayor parte son amas de casa, casadas, de baja escolaridad y que frecuentemente reportan problemas de salud, que implica que carecen de los beneficios que otorga el contar con un empleo formal.
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Se calcula que más del 40% de las mujeres mexicanas alcanzan los 50 años de edad y es más frecuente que lleguen a edad avanzada con alguno de los padres vivos, lo que significa que cada vez más mujeres adultas deberán no solo enfrentar los retos de su edad, sino también brindar cuidados a sus padres en edades muy avanzadas.
Además, el cuidado informal es una ocupación invisible, suscrita al ámbito familiar, no es reconocido ni remunerado, y quienes laboran pueden perder oportunidades de desarrollo y de ingresos por falta de productividad, reducción de jornadas de trabajo por faltas, permisos, salidas frecuentes y renuncia definitiva.
El cuidado informal es una actividad que debe ser reconocida y remunerada por el Estado, incluso recibir subsidios en los pagos de servicios como agua potable, electricidad y transporte.
Se argumenta que realizan tareas de higiene, improvisan servicios de enfermería, toma de decisiones importantes respecto de la persona que cuidan, entre otras actividades, que no son remuneradas y pueden prolongarse durante años, en ocasiones acompañados de exclusión y marginación social, y su propia salud resulta afectada por el desgaste físico y emocional.