Representa nearshoring oportunidad para resolver crisis de vivienda en Coahuila

Coahuila
/ 3 marzo 2024

Se estima que en la entidad hay 130 mil casas deshabitadas y otras 50 mil abandonadas

El fenómeno de la relocalización de empresas, en el que Coahuila apunta a estar entre los estados más beneficiados, representa además una oportunidad para resolver la crisis de vivienda en el estado, donde se estima que hay más de 130 mil casas deshabitadas y 50 mil abandonadas.

Federico Taboada, arquitecto y urbanista, señaló que con la inminente llegada de más empresas a la entidad, se debe aprovechar para mejorar el acceso a vivienda.

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México es uno de los países más beneficiados con el fenómeno del nearshoring, pues tiene algunas ventajas competitivas, entre ellas su cercanía con Estados Unidos.

“Al ser México la única opción, lo que tenemos que hacer nosotros es negociar que haya mejores condiciones laborales para los trabajadores porque aunque nosotros exijamos las mejores condiciones que pueda haber de trabajo en México, sigue siendo más barato y más seguro instalarse en México que instalarse en Estados Unidos o en China”, detalló el urbanista.

En ese sentido comentó que la política de vivienda en el país tiene décadas dormida incluyendo la actual administración federal, reconociendo que ha avanzado en otros derechos laborales como las vacaciones o el salario mínimo.

Para el caso específico de Coahuila, consideró que tiene un futuro muy prometedor por su ubicación estratégica cercana y conectada a Estados Unidos, que es muy atractiva para las industrias.

Según cifras del Inegi, en la entidad hay alrededor de un millón de casas, de las cuales 130 mil están deshabitadas, por lo que el nearshoring, que permitirá la llegada de nuevas empresas a la entidad, puede detonar a su vez en cambios para acercar la vivienda a los trabajadores.

Agregó que, mientras en 1960 el gasto en vivienda representaba el 10 por ciento del ingreso de los trabajadores, ahora puede llegar a representar hasta el 60 por ciento.

Eunice Sánchez, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios A. C. (AMPI) en Saltillo, sostuvo que la vivienda en la capital del estado encareció 30 por ciento en los últimos tres años.

“Si nos vamos con vivienda de interés social que el promedio es de 600, 650, 700 mil, ya no llegamos a los 800 mil, no la hay, es vivienda que no se está construyendo. Si la llegas a encontrar está muy a las afueras de la movilidad de la ciudad. Entonces realmente no hay un producto para ese tipo de familias que buscan adquirir su propiedad, su patrimonio”, detalló Sánchez en enero de este 2024.

LAS PROPUESTAS

Taboada enlistó tres posibles soluciones para aprovechar la relocalización de empresas para la resolución de la crisis de vivienda.

La primera contemplaría incentivar a las empresas a instalarse en zonas en las que existan polígonos de vivienda abandonada, que de acuerdo con el Infonavit son más de 150 mil en ese estado.

Taboada detalló que las empresas ya se instalan en lugares que no están al centro de la urbanización, por lo que habría que llevarlas a donde ya existen las viviendas, con su adecuación correspondiente para que sean dignas.

“El gobierno puede hacerse cargo del mantenimiento de las viviendas y se otorgan principalmente a los trabajadores más pobres de las empresas que ni por Infonavit, ni por Fovissste, ni por la banca comercial pueden tener una vivienda. Así matamos dos pájaros de un tiro, los trabajadores tienen vivienda y recuperamos vivienda abandonada en México”, detalló.

La segunda propuesta de Taboada consiste en que los gobiernos garanticen a las empresas un predio a menos de dos kilómetros del lugar de trabajo ya con servicios, equipamiento público, transporte, agua y electricidad.

A cambio, la empresa tendrá que construir las viviendas en este predio, es decir, el gobierno pone el suelo y la empresa pone la vivienda, mismas que tendrían que ir a este mismo grupo de trabajadores de menores ingresos, señaló Taboada.

Agregó que esta propuesta no es nueva, sino que fue implementada entre los años cuarentas y ochentas como una política muy exitosa que garantizó a los trabajadores vivienda buena, segura, barata y cerca de sus trabajos.

Respecto a esta propuesta, Taboada indicó que los trabajadores destinarían el 10 por ciento de su ingreso ya sea a arrendar esa vivienda o bien para ir abonando a comprarla, cuidando no pasar ese porcentaje como aportación.

En caso de que la empresa no tenga recursos para pagar la vivienda, la tercera propuesta de Taboada es que los gobiernos la construyan y la otorguen de manera gratuita a los trabajadores, cobrando anualmente un impuesto a las empresas para recuperar la inversión.

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