Familia exige justicia por joven agredido en anexo de Nueva Rosita
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La AIC confirmó que las lesiones del menor no coincidían con un accidente y turnó el caso a la Fiscalía para determinar responsabilidades
NUEVA ROSITA, COAH.- La situación médica de Jesús, un joven de 17 años, mantiene en alerta a su familia y ha generado preocupación en Sabinas y la región Carbonífera. El adolescente permanece en terapia intensiva en la Clínica 7 del IMSS en Monclova, tras haber sido trasladado desde el anexo “Mano con Mano”, ubicado en la Villa de Cloete, con múltiples lesiones que, según las primeras investigaciones, no corresponden a un accidente, como se informó inicialmente.
El menor había ingresado al centro hace menos de una semana en busca de apoyo para superar problemas de adicciones. Sin embargo, la familia asegura que la atención prometida se convirtió en un episodio de violencia que lo dejó al borde de la muerte. Los parientes señalaron que el miércoles recibieron una llamada donde se les notificaba que el joven presentaba inflamación en los brazos y que había sido llevado al hospital, pero no se les mencionó ninguna riña ni agresión, lo que consideran el primer indicio de irregularidades.
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Al acudir a la unidad médica, los familiares encontraron al adolescente con golpes visibles, signos de desnutrición y lesiones internas, situación que contradice por completo la versión inicial del centro. Los testimonios recopilados por la Agencia de Investigación Criminal (AIC) confirman esta contradicción: los golpes no coinciden con un hecho accidental.
La AIC determinó que Jesús habría sido agredido durante una riña en la que participaron internos y padrinos del anexo Mano con Mano, ubicado sobre la carretera 57. El menor fue llevado primero a la Clínica 24 del IMSS en Nueva Rosita y posteriormente trasladado de emergencia a Monclova debido a su estado crítico.
La familia sostiene que el joven fue víctima de maltrato y humillaciones, y acusó a quienes dirigen el centro de no contar con preparación para atender a personas con problemas de adicción. “Pedimos justicia por mi sobrino”, señaló uno de los parientes, al exigir que se investigue a fondo lo ocurrido dentro del establecimiento.
El caso ya fue turnado a la Fiscalía General del Estado, que continuará integrando la carpeta de investigación para determinar responsabilidades y definir la situación legal de los involucrados. Hasta el momento, ni el centro ni su personal han emitido una versión detallada de los hechos.
La comunidad de Sabinas demanda que se revise el funcionamiento de este tipo de anexos, pues consideran que la falta de supervisión y personal especializado puede derivar en episodios de violencia como el que hoy mantiene a un menor entre la vida y la muerte.
(Con información de medios locales)