Saltillo: detectan ‘preocupantes’ niveles de contaminantes en el aire cerca de zonas residenciales

Una muestra recopilada en 2024 cerca de zonas industriales y residenciales de Saltillo mostró que en el aire se acumulan restos de calcita y óxido de silicio, componentes tóxicos que rebasan en sus niveles las recomendaciones internacionales.

La investigación fue liderada por Alejandro Lozano Morales, quien señaló que actualmente no hay legislación en México que permita la comparación adecuada de estos residuos, por lo que se tienen que tomar en cuenta escalas de Europa y Estados Unidos.

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“Nos apegamos a las recomendaciones de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos por sus siglas en inglés) y da unas recomendaciones de cuál es la concentración máxima en suelos agrícolas, industriales o de casas habitación. Con base en esas recomendaciones es que nosotros comparamos los resultados encontrados en los municipios y sí vimos algunos que sí superan bastante las recomendaciones de la EPA”, explicó el científico.

Lozano participó este jueves en el tercer foro regional de la Red de Innovación de Agua y Recursos Ambientales (RIARA), “La relevancia de medir la calidad del aire y sus implicaciones socio-ambientales”, mismo que se realizó en las instalaciones del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Coahuila (Coecyt).

El evento fue convocado por el propio Consejo, el Gobierno de Coahuila, el Gobierno de Saltillo, la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, así como el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA).

Enfatizó que los resultados encontrados no son alarmantes para caer en un caos, pero sí son motivo de preocupación, además de que es importante determinar si esta concentración de metales tóxicos en el aire proviene de fuentes industriales o si son fuentes naturales.

Lozano Moreno también apuntó la necesidad de que Coahuila cuente con un Atlas de Contaminantes del Aire para poder comparar los resultados obtenidos en los nuevos estudios.

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“Lo ideal sería que muestreáramos todos los municipios para tener un Atlas y un precedente de cómo está la situación actual, porque no existe. Si se busca en la bibliografía, en los libros, en la historia, no hay antecedentes de trabajos previos y entonces se carece de puntos comparativos, por ejemplo, ¿cómo estuvimos hace 10 años? No lo sabemos”, expuso.

En su intervención detalló que el año pasado se hizo un barrido de polvos urbanos “cerca de una empresa que se dedica a hacer lingotes de aluminio”, de la cual se estudió su morfología y su composición química con instrumentos en CIQA.

“Usamos un equipo de fluorescencia de rayos X y corroboramos que la calcita es casi el 57 por ciento de esta muestra era óxido de calcio y el 28 por ciento óxido de silicio. Esto es algo novedoso a nivel internacional. Muy poca gente aborda el tema de las partículas en el aire desde un enfoque del análisis de la química analítica de la ciencia de materiales”, expuso Lozano.

De acuerdo al Departamento de Salud y Servicios para Personas Mayores de Nueva Jersey, la exposición prolongada al óxido de calcio (calcita) puede ocasionar riesgos a largo plazo irritación de la nariz, tos, falta de aire, uñas quebradizas, piel gruesa y agrietada, así como bronquitis en exposiciones repetidas.

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A su vez, el Centro de Protección de los Derechos de los Trabajadores (CPWR por sus siglas en inglés) advierte que el óxido de silicio “puede producir silicosis: unas cicatrices en los alvéolos que impiden que el oxígeno llegue a la sangre. La silicosis puede dificultar la respiración y a veces, incluso puede ocasionar la muerte. Además, aumenta el riesgo de padecer de tuberculosis y de cáncer pulmonar.

“Muchos países industrializados han restringido el uso de la arena de silicio en el trabajo de limpieza con chorro de arena. La silicosis por lo general se desarrolla en unos 20 años, aunque a veces aparece a los 5 o 10 años de haberse expuesto al agente nocivo, todo depende del grado de exposición y de si el trabajador se protegió o no”.