Saltillo: por crisis y bajos sueldos, albañiles, electricistas y fontaneros dejan oficios para “chatarrear”

Coahuila
/ 28 marzo 2022

En un recorrido por diferentes partes de la ciudad, tres “chatarreros” aseguraron haber ganado dinero como electricista, albañil y fontanero anteriormente

Saltillo, Coahuila.- El hambre pesa más que la vergüenza. Personas dedicadas a “chatarrear” hurgan en los botes de basura desde hace meses, cuando sus empleos como electricistas, albañiles o fontaneros en grandes constructoras querían pagar 130 pesos la jornada.

En un recorrido por diferentes partes de la ciudad, tres “chatarreros” aseguraron haber ganado dinero como electricista, albañil y fontanero anteriormente. Llevado un pan a su mesa y sostener los estudios de sus 4 hijos.

Sin embargo, fueron los altos precios de los alimentos y la gasolina, lo que llevó a los ex trabajadores de la construcción a las calles para sacar dinero de la basura.

TE PUEDE INTERESAR: Respaldan exigencia de título profesional en Coahuila

Quienes desde las primeras horas de la mañana, salen a “ganar” el mayor número de cartón, aluminio y plástico para vender en “el kilo”.

Todos ellos en compañía de un carrito de mandado conseguido “a la mala” de un supermercado para trasladar lo que reúnen en su camino basurero tras basurero.

El hambre y desesperación de este sector de la población en desamparo se refleja también en medio de las discusiones por “ganar terreno” o respetar los trayectos que ya se tiene por los “pepenadores” con más de 20 años en las calles.

Durante sus recorridos impera el silencio, la mendicidad, la inactividad de su oficio, el desempleo; se hace notar en las manos que despistadamente sacan algo de entre los deshechos.

Casi al terminar un bulevar al sur de la ciudad, un hombre que viste gorra y chamarra de mezclilla carga en sus hombros una caja de rejas con cartón y aluminio salida de la basura que reunió en su recorrido.

Otro ya no alcanzó casi nada, coge un cartón de pizza con sobras, probablemente su único alimento del día. Dos pesos en cartón, que una tras otra, reúne la raya que sacaba de un empleo formal antes de la desgracia, “que diga de la pandemia”, dicen.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM