¿Saltillo puede ser una ‘Ciudad Maravilla’? Arquitecto que hizo casa como platillo volador afirma que sí
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La casa del ‘platillo volador’ le ha servido al arquitecto Jaime Fuentes Flores de inspiración para proponer su Ciudad Maravilla, un modelo puede cambiar la vida de las personas para bien
Luego del éxito de su casa “flotante”, el arquitecto Jaime Fuentes Flores propone construir una ciudad “sin caos vial, señales de tránsito ni semáforos” aplicable para Saltillo y cualquier otro lugar en el mundo.
Su proyecto está diseñado a partir de “ojivas”, óvalos de carretera que permiten el flujo de automóviles a través de tres carriles principales y dos externos “de emergencia” que permiten dar vueltas y no disminuir la velocidad de los centrales. Además los cruces serían solo con pasos a desnivel, por lo que no se necesitaría disminuir la velocidad hasta llegar a cada destino.
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Asegura que su modelo puede cambiar la vida de las personas para bien pues se reducirían los accidentes hasta en un 98 por ciento luego de que los automovilistas podrían tener espacio para maniobrar y evitar desde simples choques hasta carambolas.
Fuentes Flores asegura que ha tocado muchas puertas para poder llevar a cabo su proyecto, pues además señala “no necesito de ricos, ni gobiernos”, pues puede financiar su propuesta a través del esquema de crowdfunding.
Además asegura que busca utilizar como medio de transporte público los planeados por el urbanista ruso Semenov Dahir, los cuales atraviesan el tráfico vehicular sin mayor problema.
El proyecto de Ciudad Maravilla está patentado por el arquitecto Fuentes Flores, aunque asegura que “aunque parezca increíble, no me interesa el dinero” y busca donar su proyecto a Saltillo.
En su llamativa casa de la Colonia Doctores, ha ido aplicando varios aspectos que pueden ser utilizados en Ciudad Maravilla como la acumulación de basura orgánica para la generación de gas metano, además de la captación y reutilización del 70 por ciento del agua.
NACE LA CASA DEL ‘PLATILLO VOLADOR’
Hace 40 años y como proyecto escolar, Fuentes Flores construyó su casa, misma que se hizo famosa por parecer un “platillo volador”, aunque señala que su intención nunca fue llamar la atención, sino construir su propia vivienda de manera diferente, pues le molesta ver que “todos los edificios se parecen entre sí”.
La vivienda mide 150 metros cuadrados, está sostenida en una sola columna de cuatro metros de profundidad con una zapata de otros cuatro metros y una placa de acero en la parte superior que a su vez tiene soldada una estrella de ocho puntas. Fuentes asegura que hizo los cálculos de su casa “sin matemáticas, solo con sentido común y lógica”.
Esa estructura permite que sea “resistente a inundaciones, terremotos y huracanes” además de que ningún muro interno sea de apoyo y las paredes estén hechas de un cartón de una pulgada en el centro forradas con poliuretano rígido, mismas que en cuarenta años permanecen intactas por dentro y con un ligero desgaste en la pintura.
Como otra de sus peculiaridades, la casa del arquitecto Fuentes no es propiamente un “inmueble” pues declara que está diseñada para separarse de la columna y se le integre un sistema giratorio como el de las maquinarias pesadas para cambiar la luz o el viento que entra.
Además tiene tres recámaras redondas con su baño completo en las que además hay camas y lavabos circulares. La cocina, la sala, el comedor y la lavandería también tienen forma redonda. Juan Herrera Gamez fue quien realizó los acabados mientras que Daniel Sánchez Mora realizó la estructura metálica que sirve de columna vertebral para la icónica casa saltillense.
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Todas esas características hicieron que al arquitecto Jaime Fuentes Flores le dijeran en varias ocasiones “¿Cómo se atrevió a romper todos los paradigmas?” lo que le ha motivado a promover incansablemente su proyecto de Ciudad Maravilla.
Si bien Ciudad Maravilla necesita inversores para llevarse a cabo y el arquitecto saltillense los busca incansablemente, asegura que si le hacen caso “será la mejor ciudad del mundo”.