Comprueba CNDH participación de policías en la Masacre de Allende
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Las instancias encargadas de la procuración de justicia deben investigar a servidores federales, de Coahuila y de los municipios de Allende y Piedras Negras
Entre los hallazgos para acreditar las violaciones a los derechos humanos, la comisión comprobó que durante el 18 y 20 de marzo de 2011 se llevaron a cabo en la región detenciones arbitrarias y al menos 38 desapariciones forzadas, en las que elementos de Seguridad Pública del Municipio de Allende tuvieron tolerancia o brindaron apoyo a los integrantes del cártel.
Por ello, al Gobernador del Estado y al Municipio de Allende la CNDH les recomienda colaborar con la Procuraduría General de la República (PGR) “con motivo de la denuncia que este organismo formule en contra de los servidores públicos del Estado y del Municipio, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de delincuencia organizada”.
Y a la Fiscalía de Coahuila le solicita “realizar las diligencias necesarias a fin de determinar la identidad de las víctimas de las 219 muestras biológicas susceptibles de análisis, que fueron encontradas en el interior del rancho ‘Los Garza’, a fin de deslindar las responsabilidades y, en su caso, se ejercite acción penal en contra de los presuntos responsables”.
La Comisión Nacional de Derechos Humano (CNDH) emitió una recomendación a la PGR, Gobierno de Coahuila, Fiscalía del Estado y el Ayuntamiento de Allende, por la masacre ocurrida en la región norte de la entidad en marzo de 2011, en la cual señala que acreditó la participación de policías municipales en diversos sucesos de desaparición.
Dentro del documento con el folio 10/2018, con clasificación de “grave”, expone que derivado de las imputaciones que han hecho testigos de los juicios de Texas, y los estudios de la Universidad de Texas, el Colegio de México y la Federación Internacional de Derechos Humanos, las instancias encargadas de la procuración de justicia deben investigar a servidores federales, de Coahuila y de los municipios de Allende y Piedras Negras, a quienes se les señala por haber tenido vínculo con Los Zetas.
Manual para entender la masacre de Allende
No fue una película hollywoodense. Fue la puritita realidad. Del 18 al 20 de marzo de 2011, Coahuila vivió uno de sus capítulos más sangrientos de la historia reciente: la masacre y desaparición masiva de personas en Allende, misma que se extendió a más municipios del norte de la entidad.
A través de distintas publicaciones en VANGUARDIA, VICE, Proceso, ProPublica, National Geographic, de trabajos académicos como “El Yugo Zeta” o “En el Desamparo”; de testimonios en cortes de Estados Unidos,relatos de familiares de víctimas y hasta del propio gobierno, se ha logrado embonar las escenas de una película teñida de terror, un rompecabezas mortífero, donde cada pieza es un martillazo de coraje, frustración, de omisión, de olvido, incertidumbre y vergüenza.
El Manual de Escenas para entender la masacre de Allende, es una realidad que jamás debió contarse.
Era el sexenio de Humberto Moreira, aunque meses atrás había dejado la gubernatura para convertirse en líder del PRI nacional. Su lugar lo ocupóJorge Torres López y el secretario de Gobierno era David Aguillón Rosales. El gobierno se jactaba de grandes inversiones, infraestructura vial y apoyos a los necesitados. Dos temas vestían el aura en el estado: “estábamos hasta el cuello” de deuda y los Zetas controlaban la entidad.
Sin embargo, la investigación académica “El Yugo Zeta” se refiere que en un memo de 2003, la DEA (Agencia Antidrogas estadounidense) aseguraba que Los Zetas ya controlaban Ciudad Acuña y Piedras Negras.
El Manual de Escenas para entender la masacre de Allende, es una realidad que jamás debió contarse.
Era el sexenio de Humberto Moreira, aunque meses atrás había dejado la gubernatura para convertirse en líder del PRI nacional. Su lugar lo ocupóJorge Torres López y el secretario de Gobierno era David Aguillón Rosales. El gobierno se jactaba de grandes inversiones, infraestructura vial y apoyos a los necesitados. Dos temas vestían el aura en el estado: “estábamos hasta el cuello” de deuda y los Zetas controlaban la entidad.
Sin embargo, la investigación académica “El Yugo Zeta” se refiere que en un memo de 2003, la DEA (Agencia Antidrogas estadounidense) aseguraba que Los Zetas ya controlaban Ciudad Acuña y Piedras Negras.
El escape
Mario Alfonso “Poncho” Cuéllar, Héctor Moreno Villanueva y José Luis Garza Gaytán, presuntos miembros de los Zetas, traicionaron y huyeron de Coahuila con rumbo a Estados Unidos. En sus manos presuntamente cargaban entre 5 y 10 millones de dólares de ganancias por el trasiego de droga y el libro de contabilidad.
Miguel Ángel y Omar Alejandro Treviño Morales, “Z-40” y “Z-42”, les advirtieron que devolvieran el dinero o de lo contrario matarían a toda su familia y amigos. No hicieron caso.
Cuellar, Moreno y Garza huyeron a Estados Unidos donde los dos primeros se convirtieron en testigos protegidos de la DEA. Antes de partir, Cuéllar avisó a quienes trabajaban para él que escaparan.
Las familias, en su mayoría, vivían en la región de los Cinco Manantiales, una zona de paso a Piedras Negras, la frontera con Estados Unidos. Unos 50 kilómetros separan Allende de la frontera.
“Cuando ‘Poncho’ y yo nos venimos para acá, a los Estados Unidos, ellos empezaron a matar a toda esta gente inocente, y sus familiares intentaron poner denuncias, pero les dijeron que no les tomarían ni una y que tenían 24 horas para irse de la ciudad”- Testimonio de Héctor Moreno, la fuente es el Informe “Control…Sobre Todo el Estado de Coahuila” de la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Texas.