Cada vez son más los velorios que se realizan en casas en Saltillo
Por la pandemia, cada vez son más las familias que prefieren velar a su difunto en su domicilio a hacerlo en una capilla
Tal parece que la moda antigua de velar a los seres queridos en casa ha vuelto. De acuerdo con la empresa Funerales Martínez, una de las más grandes en el noreste del país, de los 250 servicios funerarios que ofrece en Saltillo cada mes, al menos 12 ó 13, son en domicilio.
Esto porque las familias prefieren, bajo su responsabilidad y con el consabido riesgo, velar a sus difuntos en sus hogares, que sujetarse a los protocolos establecidos, por causa de la pandemia, en las capillas de velación.
Para velar en casa los familiares del difunto deben acreditar, mediante constancias médicas, que la persona falleció por causas distintas al SARS–CoV-2.
“Siguiendo los protocolos de no más de 5 horas, de no más de 15 gentes en el área de velación“, dijo Jesús Manuel Saldaña Ramírez, director de División Funeraria de Grupo Empresarial Martínez y gerente de Funerales Martínez de Saltillo.
En cambio, cuando las personas han muerto por COVID-19 el nuevo protocolo funerario dicta que deben ser cremadas inmediatamente, sin despedidas, o depositadas, también sin despedidas, en un ataúd hermético y llevadas directamente al panteón en un rito sin más gente que los enterradores.
“En Funerales Martínez, jamás vamos a permitir que velen un cuerpo con COVID, prefiero negar el servicio a poner en riesgo al resto de la familia, es una cuestión de responsabilidad. Somos una empresa 100 por ciento de responsabilidad social, no voy a poner en riesgo la vida de los familiares de esa persona que falleció por ganarme un peso, prefiero no ganármelo, no dar el servicio”, dijo Saldaña Ramírez.
Comentó que en los casos de personas que fenecieron debido a factores ajenos al COVID, la compañía lo primero que hace es ofrecer la capilla de velación a los familiares.
“Por comodidad. Si tú velas en tu casa, velas en la sala, tu casa queda expuesta y habrá quién de tu familia sea bien comportada, a lo mejor otros no. Sí se está dando el funeral en casa cuando antes no se daba, era más en capilla.
La gente dice ‘es que en casa puedo controlar más la sana distancia y el acumulamiento’, Mentira o verdad, no lo sabemos. Acuérdate que un velorio lo usamos en la noche para lo del tequilita, la bebida alcohólica, una vez que entras en esa fase ya no controlas, es muy difícil, entonces les decimos ‘es bajo tu riesgo y bajo tu responsabilidad’”.
Saldaña Ramírez dijo que mientras para algunos la cremación se ve como algo normal, para la gran mayoría de la población la inhumación guarda una relevancia cultural y religiosa.
“Un porcentaje muy alto creemos en Dios y de los que creemos en que el cuerpo tiene que rendir tributo a la madre tierra pensamos en la inhumación y pensamos en que algún día va a haber una resurrección. Normalmente lo de velar en casa ocurre cuando la gente dice ‘es que en casa velé a mi mamá, entonces quiero que mi papá salga de la casa’. En ocasiones los convencemos así; ‘puede ser en la capilla y te ofrezco que al término de la velación un recorrido frente a tu casa, por la colonia, por el lugar donde tu papá se juntaba con los amigos’, es de dar alternativas para ir acabando con las velaciones en domicilio”.
-¿Volvieron las velaciones en casa?
-Volvieron, pero ya no son las velaciones de hasta 24 horas, ahora son de 4 o de 5 horas.
Manuel Saldaña señaló que en el caso de las familias que piden que sus muertos sean velados en casa, previa constancia de que fallecieron por causas no relacionadas con el coronavirus, la agencia realiza monitoreos aleatorios por los domicilios para verificar que el velorio se lleve a cabo conforme a las normas sanitarias.
“Sí llegan a hacer conciencia en el sentido de que el riesgo ya es de ellos, no por la persona fallecida, sino por los familiares cercanos que pueden ser asintomáticos y se pueda dar un contagio tremendo”, dijo Saldaña Ramírez.
Por lo que respecta a las capillas las velaciones son de 4 horas, máximo 6, y con un cupo de gente del 30 por ciento de su capacidad.
“Están 10-15 personas, salen esas y entran otras y esas se van ya a su casa, ya cumplieron con el pésame. Si vas a las capillas vas a ver que están señalizadas, dónde sentarte y dónde no te puedes sentar, buscamos siempre tener los dispensadores del gel, termómetro y tenemos controlado el aforo. En la capilla es más sano, más saludable, hay más confort, porque está pensada para un servicio funeral y la casa no. De entrada nosotros la capilla al 100 por ciento”, concluyó.