Desentrañan genealogía del cronista de Coahuila; la ‘L’ era de Luna, no de López

Desentrañan genealogía del cronista de Coahuila; la ‘L’ era de Luna, no de López

Saltillo
/ 5 julio 2025
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Historiadores confirman que Esteban L. Portillo no era López Portillo, sino Luna Portillo, gracias a documentos genealógicos

Durante más de un siglo, los historiadores coahuilenses han citado las obras de Esteban L. Portillo sin conocer realmente qué significaba esa misteriosa “L.” en su nombre. Muchos asumieron que se trataba de “López”, asociándolo erróneamente con la prominente familia de origen jalisciense López Portillo. Pero la verdad es más sencilla y está escrita en los documentos familiares: la “L.” era de Luna.

Esteban del Refugio nació el 25 de diciembre de 1854 en Pinos, Zacatecas, no en 1859 como se ha afirmado tradicionalmente. Esta corrección cronológica surge del registro de bautismo conservado en los archivos parroquiales, documento que constituye la prueba más fehaciente de su fecha de nacimiento. El registro, firmado por el presbítero J. Inés Luévano, establece textualmente:

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$!Esteban Luna Portillo García, pionero en la investigación histórica de Coahuila.

“En la parroquia de Pinos, Zacatecas, a treinta de diciembre de mil ochocientos cincuenta y cuatro. Yo el Pbro. J. Inés Luévano, con licencia del párroco adscrito, bauticé solemnemente, puse los santos óleos y crisma a Esteban del Refugio, de cinco días de nacido, hijo legítimo de Narciso De Luna (Portillo) y María de Jesús García.”

Este documento bautismal es doblemente revelador. Por un lado, confirma que nació el 25 de diciembre de 1854, lo que significa que murió a los 44 años en 1898, no a los 39 como se había calculado con la fecha errónea. Por otro lado, identifica claramente a su padre como “Narciso De Luna”, confirmando sin lugar a duda que Luna era efectivamente el primer apellido paterno. Además, se consignan los nombres de los abuelos paternos: Nicolás De Luna y Trinidad Portillo, y de los abuelos maternos: Norberto García y María Merced Herrera.

SU LLEGADA A COAHUILA

El destino de Esteban se entrelazó con la historia de Coahuila cuando llegó a Saltillo, presumiblemente acompañando al gobernador provisional, el general Julio Cervantes. Esta llegada marcó el inicio de una etapa fundamental tanto para su vida personal como para la historiografía coahuilense.

En Saltillo, Esteban Luna Portillo encontró las condiciones ideales para desarrollar su vocación de historiador. Su trabajo en el departamento de estadística del Gobierno de Coahuila le dio acceso privilegiado a documentos oficiales, censos y archivos que pocos estudiosos de la época podían consultar. Gracias a esto, pudo documentar de manera detallada la historia, economía y sociedad de la región.

$!Parroquia de Pinos, Zacatecas, 30 de diciembre de 1854. Asiento bautismal donde se registra a Esteban del Refugio Luna Portillo García.

SUS OBRAS FUNDAMENTALES

En 1886, publicó simultáneamente dos obras esenciales: Anuario Coahuilense y Apuntes para la historia antigua de Coahuila y Texas. La primera era una recopilación sistemática de datos estadísticos, geográficos y administrativos del estado; la segunda, el primer esfuerzo serio por documentar la historia temprana de la región, desde la época colonial hasta los primeros años de vida independiente.

En la portadilla de este libro aparece como miembro corresponsal de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; fue editado por Amado Prado, también miembro de la misma sociedad, e impreso en Saltillo, en la Tipografía “El Golfo de México” de Severo Fernández, ubicada en la 1ª calle de Galeana Núm. 10.

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Once años después, en 1897, Esteban cerraría su labor historiográfica con la publicación del Catecismo geográfico, político e histórico del estado de Coahuila, una obra didáctica en formato de preguntas y respuestas que facilitaba su uso en la enseñanza.

Durante más de un siglo, historiadores e investigadores han recurrido a estos textos como fuentes primarias para entender la evolución histórica y social de Coahuila. Sin su trabajo pionero, gran parte de este conocimiento habría quedado disperso o perdido.

$!Obras escritas en 1886 por Esteban Luna Portillo.

LA GENEALOGÍA REVELA LA VERDAD

Los documentos familiares muestran que sus padres fueron José Antonio Narciso De Luna Portillo y María de Jesús García Herrera. Tuvo una hermana mayor, Silvina de la Concepción de Luna, y un hermano menor, Narciso. Ambos llevaron el apellido completo Luna Portillo, mientras que Esteban decidió firmar únicamente como “L. Portillo”, manteniendo la inicial de Luna.

El orden de los apellidos del padre –Luna primero, Portillo después– era costumbre en algunas familias que unían ambos apellidos como un solo compuesto. Por derecho, Esteban se llamaba Esteban del Refugio Luna Portillo García.

No se sabe con certeza por qué decidió usar su segundo apellido paterno. Tal vez por razones personales o estéticas, por la sonoridad del apellido, o para distinguirse de otros Luna en Saltillo, muchos de ellos descendientes de antiguas familias tlaxcaltecas. En una época de registros civiles menos estrictos, esta elección fue posible sin mayor complicación.

Es importante no seguir confundiendo a Esteban L. Portillo con la familia López Portillo de Jalisco, que incluye figuras como el presidente José López Portillo y Pacheco. La similitud fonética llevó a errores, pero documentalmente no existe ningún parentesco.

SU LEGADO FAMILIAR Y FINAL

Esteban se casó con María Elvira Zertuche, con quien tuvo tres hijas: Elvira Rafaela, Manuela Victoria y Esther del Carmen Portillo Zertuche. Sus descendientes conservaron únicamente el apellido Portillo, dejando en el olvido el Luna.

Falleció el 19 de marzo de 1898, a los 44 años, víctima de tuberculosis pulmonar en el rancho El Ojuelo, municipio de Parras. Su muerte truncó una carrera que pudo haber enriquecido aún más el conocimiento histórico de Coahuila.

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Gracias a las herramientas modernas de genealogía, se ha podido reconstruir la historia familiar de Esteban Luna Portillo y confirmar que la “L.” era de Luna, no de López. Este hallazgo permite conocer mejor al hombre detrás de las obras y recordar que, a veces, una sola letra puede abrir un camino de investigación hacia la verdad.

$!Obras escritas en 1886 por Esteban Luna Portillo.

REFLEXIÓN FINAL

Después de casi 140 años de conocérsele como Esteban L. Portillo, es difícil cambiar esta costumbre en la historiografía. Sin embargo, este dato enriquece el conocimiento sobre su vida, sin restar mérito a su obra.

La historia se construye a partir de datos precisos. Saber que la “L.” era de Luna no cambia su legado, pero nos acerca más a la figura real de este historiador que tanto aportó a la memoria de Coahuila.

Si desea conocer más sobre el pasado, puede unirse a la comunidad “Relatos y Retratos del Saltillo Antiguo” en WhatsApp: 844 299 1234 o escribir a saltillo1900@gmail.com

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