En su mensaje navideño, el Obispo de Saltillo llama a restaurar los lazos sociales y la paz
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Mons. Hilario González García invita a la comunidad a renovar el corazón y fortalecer la amistad social, dejando de lado el egoísmo para vivir conforme a los valores de justicia y lealtad que propone el nacimiento de Jesús
En el marco de la celebración del nacimiento de Jesucristo este 25 de diciembre, el Obispo de la Diócesis de Saltillo, Mons. Hilario González García, dirigió un mensaje a la comunidad centrado en la transformación personal y social que surge del misterio de la encarnación. Bajo el lema “Dios asume nuestra humanidad y nos comparte su divinidad”, el prelado exhortó a que esta festividad no solo sea una celebración eclesial, sino una oportunidad para renovar la benevolencia en los hogares.
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El Obispo destacó que la dicha de recibir al Salvador debe traducirse en acciones concretas dentro de la comunidad. Hizo un énfasis especial en la necesidad de “restaurar y fortalecer los lazos de amistad y colaboración en nuestra sociedad” como una consecuencia directa de contemplar el misterio de un Dios que se hace hombre.
Según el mensaje, si Dios se ha abajado para estar con la humanidad, el ser humano está llamado a elevarse hacia la vida divina.
Mons. González García fue enfático al señalar que la vida cristiana debe manifestarse a través de las palabras y acciones cotidianas. En su mensaje, pidió abandonar actitudes que dañan la convivencia, como la soberbia, el egoísmo, la envidia y el rencor.
En su lugar, instó a los fieles a vivir bajo los principios de justicia, amor y lealtad que el Señor ha dado a conocer.
Finalmente, el mensaje resalta la identidad de los creyentes como hijos de Dios por gracia divina, asumiendo la tarea de ser “portadores del Evangelio que salva”.
El Obispo concluyó invitando a la comunidad a ser testigos de la luz de Cristo, una luz que purifica el alma y dispone el corazón para el encuentro con Dios, compartiendo con generosidad la gracia recibida.