Encienden veladoras en Patrocinio, Coahuila, campo de exterminio de los Zetas
COMPARTIR
Familiares llevan flores a los cementerios clandestinos en el ejido de San Pedro de las Colonias
San Pedro, Coahuila. Aquí huele a muerte, aunque no hay lápidas ni epitafios. No hay nadie que lleve una flor, pese que para muchos, incluyendo el Grupo Vida de Torreón que busca a sus desaparecidos, aquí sea un cementerio clandestino: el ejido Patrocinio de San Pedro de las Colonias, en Coahuila.
Familias de Grupo Vida viajaron 80 kilómetros hasta este paraje desértico, donde desde 2015, han encontrado más de 4 mil restos óseos de personas presuntamente masacradas y quemadas con gasolina. Llegaron aquí para rendir tributo, homenaje, para llevar una flor a las, decenas quizá cientos –nadie sabe- de personas que pudieron ser asesinadas por el grupo criminal de los Zetas.
“Todos van a ver a sus difuntos al panteón. Aquí no va a venir nadie, aquí está solo, aquí hay muchos, aquí murieron muchos, y queremos rendirles homenajes, decirles que no están solos, que no vamos a estar tranquilos hasta que sepamos dónde están todos nuestros desaparecidos”, comentó Silvia Ortiz, madre quien encabeza el grupo.
Las familias formaron una cruz con cempasúchil y veladoras, y colocaron una cruz de madera. A unos metros, platican, encontraron los restos más completos, anatomías semi formadas. “Uno empalmado arriba de otro, uno más en forma fetal con esposas ahí en ese arbusto”, señaló Silvia Ortiz a unos metros de donde levantaron la ofrenda. “A 150 metros, por el canal, encontramos más”, añadió.
Las familias rezaron un rosario alrededor de la ofrenda, custodiados por ministeriales que observaban el ritual religioso. Agradecieron a Dios por haberlos guiado para llegar a este lugar y poder encontrar y orar por las personas asesinadas. “Te pido nos des fuerzas para no decaer y seguir buscando a nuestros desaparecidos”. “Danos luz para seguir”, fueron algunas de las peticiones.
Silvia Ortiz dijo que estar en el sitio representa dolor porque no se sabe si sus seres queridos están vivos o muertos. “Va a estar canijo y tenemos que echarle muchas ganas, es la única manera. Este lugar es significativo pero no es el único lugar donde hemos hallado”, refirió Ortiz.
No hay dónde llevarle una flor
Manuela Herrera Caballero tiene 4 años y 10 meses que no ve a su único hijo, Juan José, que desapareció junto a su novia en el municipio de Francisco I. Madero. Como no sabe si está muerto o está vivo, no tiene ningún lugar dónde rezarle, acudió al homenaje de grupo Vida en Patrocinio. Ahí cantó alabanzas y pidió por el regreso de su hijo.
En Patrocinio, con la incertidumbre esparcida en el desierto, Manuela siente un dolor muy bravo de imaginarse las personas que pudieron morir aquí, de pensar en las familias que los buscan.
De su caso, como de la mayoría, no hay avances, ninguna línea de investigación. “No sabemos nada. Creemos que estuvieron en el lugar y hora equivocada”, dijo.
“Me das 40 pesos para la gasolina”, fue lo último que le pidió su hijo. Por la mañana se reportó que se había ponchado una llanta. Pasaron los minutos y cómo ya no contestó el teléfono, pensaron que ya habían arreglado el coche.
“Me avisaron que estaban desaparecidos, que no estaban entonces ya no sabíamos ni dónde estaba. Todo el día se quedó el coche en el lugar, reportamos y ninguna autoridad hizo nada. En la noche ya no estaba el coche”, contó Manuela.
Su hijo Juan José tenía 26 años y era intendente en una escuela secundaria. En este día de muertos, Manuela se repite que un desaparecido no tiene derecho a la vida pero tampoco a la muerte, por eso la cruz que clavaron en Patrocinio, como sinónimo de la esperanza de hallarlos.
Todavía sin cuadrícula
Silvia Ortiz criticó que los avances en las investigaciones y búsquedas va muy lento, “extremadamente”, calificó. “Se supone que ya debería estar cuadriculado y no hemos empezado”, mencionó. El gobierno del Estado se había comprometido a realizar cuadrantes de búsqueda para acelerar y lleva un control de las búsquedas, sin embargo, es fecha que no hay nada.
Declaró que aún con el cuadriculado, la búsqueda en el lugar podría demorar hasta 10 años, tanto por la cantidad de hallazgos como por lo enorme del predio
“Se supone que el 14 empezaríamos otra vez las búsquedas y no han hecho nada y si no presionamos no harán nada. Da mucho coraje porque si no está se va a retrasar más. Les podía levantar una cerca que les costaba 700 mil pesos. Ya no queremos que pasen las vacas”, reprochó Ortiz.