Jóvenes emprendedores de Saltillo crean innovador servicio digital de cobranza automatizada

Del mundo digital surge una excelente idea de negocios que, en su momento, fue una verdadera innovación que revolucionaría en México la manera en que prestadores de bienes y servicios interactúan con sus clientes.

“Quentli” se denomina la plataforma que surgió del ingenio de dos jóvenes saltillenses: Fernando Josué Pinedo Orta y Alejandro Alberto Ramírez Vilchis, quienes vieron un área de servicios prácticamente inexplorada desde la cibernética.

Consiste en una página web (www.quentli.com), a la que pueden acceder instituciones o empresas para cargar sus listas de clientes, con sus respectivos planes de pago.

Ahí, ellos pueden definir sus estrategias de cobro para, en lo consecutivo, la empresa solicite directamente los pagos respectivos a esos clientes.

Por su parte, estos últimos pueden acceder a otra plataforma, denominada “Portal de clientes”, que Fernando y Alejandro también diseñaron.

Así mismo, los sujetos de cobranza pueden entrar al sistema para liquidar sus débitos, ver sus estados de cuenta, números de adeudos, saldos y tramitar facturas.

Más de 20 clientes terminaron adhiriéndose a la firma al tomar conciencia de “la importancia de conocer en todo momento cuántos clientes no han pagado sus cuentas y cómo está su morosidad, para luego definir una estrategia de cobranza”.

“Aquí les ayudamos a medir el nivel de recuperación de pagos, así como también a saber qué tan sana es su cobranza”, explicaron. “Después, con nuestros sistemas de cobro —destacaron—, les ayudamos a recuperar sus carteras vencidas, aumentar sus ingresos y, lo principal, a reducir al mínimo las probabilidades de que pierdan pagos”.

“Nuestro plus es que tenemos una conexión muy fuerte con WhatsApp, pues en México es lo que más se mueve, ya no tanto los mensajes de texto, ni el correo electrónico. La gente está todo el día en WhatsApp”, dicen Fernando y Alejandro.

“A parte, tenemos domiciliaciones a las tarjetas de los clientes, que hacemos con reintentos automáticos; eso es nuestro mayor fuerte, es lo que nos distingue de los adversarios”, subrayan.

Algunos de los competidores de Quentli son “empresas que han levantado millones de dólares en inversión o que han sido fundadas por personas que han estudiado en Stanford o Harvard, y trabajado en empresas muy grandes”.

A diferencia de ellos, “hemos ido operando con nuestros propios recursos y el capital que genera la empresa. Nunca hemos pedido a algún inversionista o fondo que nos financie”, manifiestan, orgullosos.

“Nuestra plataforma da seguimiento automatizado a los clientes por WhatsApp, diciéndoles cuándo tienen que pagar, enviándoles links de pago, recordatorios de vencimiento, avisos de vencimientos de tarjetas, etcétera”.

“Eso es algo que otras compañías no tienen, incluso las compañías internacionales o que están en Estados Unidos, donde WhatsApp no es tan importante”. ¿Cómo lograron ambos identificar un área de servicio y hacer de ello un negocio online tan prometedor, como Quentli?

Narraron que “todo empezó en nuestra época de estudiantes; fue cuando ideamos una fábrica de software, una agencia para diferentes empresas”.

“Si alguien necesitaba una aplicación o una página web, nosotros se la creábamos, ya fuera una aplicación móvil u otros sistemas”.

Con los días, se sumó al proyecto un grupo de amigos (a quienes luego se les contrató) que también contribuyeron, incluso, a que el ITESM Campus Saltillo se convirtiera en el primer cliente de la empresa, al que hasta hoy día se le procesan todos los pagos en línea.

El negocio se fraguó independiente del área de emprendimiento escolar, para concretarse tres años después.

“A partir de ahí, nació la idea de investigar qué otras escuelas tenían la misma necesidad, es decir, la de procesar pagos online, mediante tarjetas”, comentan los entrevistados.

Les llevó alrededor de un mes diseñar el primer prototipo funcional. Desde entonces, no se han dejado de hacer mejoras e incorporar nuevas funcionalidades.

Los jóvenes están conscientes de que “se trata de verdadera innovación”, pues de ello “prácticamente no existía precedente”. A través de sus clientes, indirectamente se atiende actualmente a miles de usuarios.

Cuando los jóvenes se iniciaron en esta aventura, “eran casi nulo el número de empresas que hacían algo parecido. Hoy ya empezamos a ver competencia por parte de unos cinco negocios de cobertura nacional, incluso internacional”.

No se ofrecen servicios jurídicos, pues el sistema está diseñado precisamente para evitar de acciones legales contra los morosos, explicaron.

PROYECTO SIN FINANCIAMIENTO EXTERNO

A diferencia de ellos, “hemos ido operando con nuestros propios recursos y el capital que genera la empresa. Nunca hemos pedido a algún inversionista o fondo que nos financie”, manifiestan, orgullosos.

“Nuestra plataforma da seguimiento automatizado a los clientes por WhatsApp, diciéndoles cuándo tienen que pagar, enviándoles links de pago, recordatorios de vencimiento, avisos de vencimientos de tarjetas, etcétera”.

“Eso es algo que otras compañías no tienen, incluso las compañías internacionales o que están en Estados Unidos, donde WhatsApp no es tan importante”.

-¿Cómo lograron ambos identificar un área de servicio y hacer de ello un negocio online tan prometedor, como Quentli?-

Narraron que “todo empezó en nuestra época de estudiantes; fue cuando ideamos una fábrica de software, una agencia para diferentes empresas”.

“Si alguien necesitaba una aplicación o una página web, nosotros se la creábamos, ya fuera una aplicación móvil u otros sistemas”.

Con los días, se sumó al proyecto un grupo de amigos (a quienes luego se les contrató) que también contribuyeron, incluso, a que el ITESM Campus Saltillo se convirtiera en el primer cliente de la empresa, al que hasta hoy día se le procesan todos los pagos en línea.

El negocio se fraguó independiente del área de emprendimiento escolar, para concretarse tres años después.

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“A partir de ahí, nació la idea de investigar qué otras escuelas tenían la misma necesidad, es decir, la de procesar pagos online, mediante tarjetas”, comentan los entrevistados.

Les llevó alrededor de un mes diseñar el primer prototipo funcional. Desde entonces, no se han dejado de hacer mejoras e incorporar nuevas funcionalidades.

Los jóvenes están conscientes de que “se trata de verdadera innovación”, pues de ello “prácticamente no existía precedente”.

A través de sus clientes, indirectamente se atiende actualmente a miles de usuarios. Cuando los jóvenes se iniciaron en esta aventura, “eran casi nulo el número de empresas que hacían algo parecido. Hoy ya empezamos a ver competencia por parte de unos cinco negocios de cobertura nacional, incluso internacional”.

No se ofrecen servicios jurídicos, pues el sistema está diseñado precisamente para evitar de acciones legales contra los morosos, explicaron.