La cocina de doña Toñy, un mundo de olores y sabores

Saltillo
/ 10 mayo 2022

Hace siete años la señora Toñy inició como “Cocinera Tradicional”, del municipio de Arteaga, para compartir sus conocimientos y sus sazón con las nuevas generaciones.

Para María Antonia Flores Luna, “Toñy”, como la conocen sus allegados y clientes, la hora de la comida es el momento en que puede conocer más a sus hijos, consentirlos, escucharlos y apapacharnos.

Para ella, cocinar es un acto de amor que le permite honrar a su abuela, Juanita Duarte, a su mamá, María Antonia Luna; guarda la esperanza de trascender en los paladares de todos aquellos que han probado su famoso asado de boda.

Toñy Flores es una de las cocineras tradicionales de Arteaga; es el pilar de la gastronomía de su familia. A medias de: “ojo de buen cubero”, es decir, viendo cómo se preparaban los cazos con guisos y sopas para las fiestas familiares, heredó las recetas de su abuela y de su mamá Antonina, con las que ahora deleita a sus hijos.

“Cocinar es un acto que me permite recordar, los aromas me llevan a la casa de mi abuela y a la mesa de mi madre, que en gloria estén. Ahora mis hijos prueban esos platillos con los que yo cree memorias, y espero que ellos tengan las suyas propias”, dice.

“Si soy mamá chipilona, a veces así en la plática me dicen que pensaban que iban a comer una cosa distinta a la que hice, pero al otro día o cuando tengo oportunidad se los cocino, porque es la manera que conozco para demostrarles que los quiero”, afirma “Toñy”.

Reconoce que el “asado de boda” es su platillo predilecto, pues además fue el primero que cocinó para toda su familia cuando apenas tenía 12 años y su abuelita estaba de manteles largos, pero que por salud estaba impedida para cocinar.

“Mi abuelita me fue diciendo cómo tenía que cocer la carne, cómo desvenar el chile y ponerlo a cocer, luego hacer la salsa y dejar que todo hirviera hasta que soltara la grasita, para que no se echar a perder. Toda mi familia estaba sorprendida; no podían creer que yo sola había cocinado”, dice.

Aunque su birria no se queda atrás, esa fue la receta que heredó de su madre, pues en su infancia que pasó en un ejido era común tener animales de pastoreo y sacrificarlas como si fueran un pollo para hacer mole.

Sus tres hijos, Brenda, Eduardo y Oscar Martines Flores, también demuestran ese amor por su mamá a través de la comida; en las fechas especiales, en su cumpleaños y este día de la madre ellos cocinarán para honrarla.

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