Nieve Ramos cumple 100 años: ¿cuál es su fórmula para mantener un negocio familiar?
La comunicación familiar y la calidad del producto, claves del éxito para Víctor Manuel Ramos Lara, heredero de un legado que abarca cinco generaciones
En un mundo donde los negocios efímeros son la norma, Nieve Ramos celebra su centenario en Saltillo. La empresa, que ha pasado por cinco generaciones, se ha consolidado como un referente de la gastronomía local. ¿Cuál es la fórmula para la longevidad de un negocio familiar en una ciudad en constante cambio?
La clave, según uno de sus dirigentes, Víctor Manuel Ramos Lara, se encuentra en los valores fundamentales que se han transmitido de generación en generación. “Pienso que es la consistencia, la comunicación con la familia y el buen servicio y la calidad que le das al cliente para que ellos se sientan a gusto de comer un producto que es 100% natural”, explicó.
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UN NEGOCIO DE ANTAÑO
Los orígenes de Nieve Ramos se remontan a un accidente de carreta que sufrió el padre de Ramos Lara. En ese momento, sus hermanos decidieron unirse para continuar con el negocio familiar. “Mi hermano que en paz descanse tenía una tiendita y la trabajaba en tiempo de frío, él en tiempo de calor se venía a trabajar la nieve”, compartió.
La demanda de sus nieves creció rápidamente, y los clientes comenzaron a solicitar que la tienda abriera todos los días. “La misma gente decía oye por qué nomás sábados y domingos vamos buscando a tu hermano y no lo hallamos en la ruta y por qué no pones el sábado y toda la semana”, recordó Ramos Lara.
LA UNIÓN FAMILIAR COMO PILAR
La consolidación del negocio se dio gracias al esfuerzo conjunto de los hermanos Ramos, quienes tomaron la idea de su padre de hacer crecer el negocio. “Empezamos a trabajar los cuatro hermanos que de la idea la agarramos entre los 4 y decir oye vamos a trabajar”, puntualizó el entrevistado.
A pesar de que con el tiempo cada hermano se mudó para trabajar por su cuenta, siempre mantuvieron un objetivo en común: hacer crecer la tradición familiar. “Empezamos pero siempre unidos, siempre con la idea de crecer esto porque era lo que mi padre quería”, expresó.
La perseverancia y el arraigo local han sido los grandes pilares de este negocio centenario.
UNA ANÉCDOTA QUE LLENA DE ORGULLO
La calidad de las Nieve Ramos ha trascendido fronteras, y la empresa ha logrado crear una comunidad de clientes fieles. Una anécdota que llena de orgullo a Ramos Lara fue la de una mujer que viajó desde Estados Unidos para probar sus nieves.
“Estaba yo vendiendo en San Francisco y llegó un carrazo, era una señora que venía de Estados Unidos, los hijos me dijeron, nomás vine a comer nieve, a eso vienes, así porque era de aquí”, recordó.
SU MENSAJE PARA SALTILLO
Al reflexionar sobre el centenario de Nieve Ramos y su conexión con la ciudad, Ramos Lara no pudo evitar mostrar su amor por la tierra que lo vio nacer. “Nacimos en el mero barrio Águila de Oro, ahí al otro lado a la Favorita, ahí nacimos nosotros los cuatro hermanos”, dijo.
Y agregó, “Ojalá y que [Saltillo] siga así siempre, con mucha calma, muy tranquilo, y que ya no haya tantas empresas, porque ya que nos llenamos de carros ya no cabemos de aquí en Saltillo”.
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