Pide pena máxima para el policía que baleó a su hijo
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El pasado noviembre del 2016 el policía disparó a un joven albañil que se encontraba viendo televisión en su propia casa
Castigo con todo el peso de la ley, es lo que pide Ángel Cazares Mireles en contra de un elemento de la Policía Municipal de Saltillo, que el pasado noviembre del 2016 disparó a un joven albañil que se encontraba viendo televisión en su propia casa.
El denunciante hace un llamado a la Presidencia Municipal y al Ministerio Público para que no le brinde atención especial al culpable de nombre Miguel Ángel Lara, quién es originario del Estado de Veracruz.
Le han informado que sigue trabajando en la institución y recibe un 70 por ciento del salario y la Comisión de Honor y Justicia, (antes contraloría) ni siquiera se ha atrevido aplicarle una sanción, o suspensión, mientras que su hijo el lesionado sufre una incapacidad.
“La presidencia si ha respondido por los gastos hospitalarios, pero que gano si el policía sigue trabajando como si nada, me han informado que recibe su sueldo un 70 por ciento, no sé porque tienen miedo de detenerlo”, dijo Ángel Cazares.
EL DÍA DEL ATAQUE
Este ataque ocurrió la tarde del domingo 27 de noviembre del 2016, cuando Justin y sus amigos se encontraban viendo por televisión una final de futbol, hasta que arribó una redada de patrullas municipales.
Uno de los oficiales alegó que en el domicilio se habían escondido varios participantes de una riña y los oficiales ingresaron a la fuerza, uno de ellos le dio uso al arma de fuego, al realizar varias detonaciones que lesionaron en la cadera y pierna derecha a Justin Eduardo Cázares Camarillo.
El joven fue ingresado al Hospital Universitario, donde lo mantuvieron internado cuatro meses y al ser dado de alta los gatos hospitalarios se incrementaron con los medicamentos y sufrió una discapacidad para el resto de su vida.
Sufre de desgaste en rodilla derecha, tiene que movilizarse en muletas, pero el responsable no ha sido citado a declarar ante el ministerio público.
El dato
Tras comparecer ante el Ministerio Público y Presidencia Municipal, la primera instancia le dio a conocer que la orden de aprehensión contra su agresor sigue vigente, mientras que en presidencia le informan con una serie de excusas que la detención no depende de ellos.