Saltillo: La estrella de siete picos sigue mandando en las fiestas decembrinas
La tradición de romper piñata en Navidad mantiene vivo un oficio que combina artesanía, adaptación y temporada alta
En plena temporada decembrina, la piñata de siete picos continúa como la más buscada entre familias, escuelas y empresas en Saltillo. Rosalba Elizabeth Valverde Herrera, dueña de Piñatas El Rey Jesús, afirma que sigue siendo la favorita porque forma parte de una costumbre muy arraigada. “La piñata de siete picos es la tradicional, es la que más piden”.
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Aunque durante todo el año elaboran piezas para fechas como el Día del Niño, Halloween o el 14 de febrero, diciembre concentra el mayor movimiento. Según Rosalba, las ventas se inclinan mucho más hacia Navidad que hacia Año Nuevo. “En todos los hogares hay posadas y para esas fechas se vende más”. Además, comenta que los festejos del 31 de diciembre suelen ser más dispersos.
Aun así, diciembre no se queda solo con la estrella clásica. Cada temporada entran y salen modas: desde personajes como El Grinch —más solicitado que Santa Claus— hasta diseños especiales para escuelas o reuniones familiares. Sin embargo, la tradición pesa. Las estrellas con sus siete picos, asociadas a los siete pecados, siguen encabezando la lista. “Es la que se rompe el 24”, dice.
Entre los pedidos más peculiares, Rosalba se ha encontrado de todo. “A veces me dicen: ‘Quiero la piñata más vieja, la más decolorada, la más fea que porque es tradición’”, cuenta. También hay quienes buscan piezas enormes para que luzcan en escenarios o eventos masivos, o quienes solicitan esferas gigantes para decorar espacios como el Museo del Desierto. Cada diseño se ajusta al tamaño, color o atuendo que el cliente imagina.
El trabajo personalizado también ocupa buena parte de la producción. Desde universidades y empresas hasta partidos políticos encargan modelos con logotipos, colores específicos o acabados temáticos. “Nos adaptamos al diseño, al modelo que tú quieras”, agrega.
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Los precios varían según tamaño y complejidad: las piñatas estándar inician entre 200 y 400 pesos; una estrella grande personalizada ronda los 250 o 300; y las empresariales o jumbo pueden llegar a los 850 o 950 pesos. El presupuesto depende del material, el acabado y el tiempo de elaboración.
Sobre el relleno, muchas familias mantienen la tradición de incluir fruta o colaciones. “Hay gente que viene y me dice: ‘Le voy a meter naranja, cacahuate’”, menciona. Lo que ya no pueden colocar dentro, por regla de Protección Civil, es jarro, por el riesgo de accidentes. Cuando el cliente lleva frutas, monedas, ropa o incluso billetes, ellos se encargan de sellar la piñata antes de entregarla.
La parte artesanal implica lidiar con procesos que no pueden acelerar. Se trabaja con cartón, globo y papel periódico, aunque este último se ha vuelto cada vez más difícil de conseguir. Por eso recurren a material reciclado o a lo que les dejan los recolectores; cuando escasea, deben sustituirlo con otros insumos que encarecen el producto final. Además, en estos días el clima húmedo y nublado retrasa el secado, lo que obliga a producir con anticipación.
Por esa razón, desde semanas antes de Navidad almacenan piezas para poder abastecer pedidos grandes. “Aquí es de guardar, guardar, guardar, porque no se secan de un día para otro”, dice. Las escuelas, por ejemplo, suelen pedir lotes de 5, 10 o hasta 20; lo mismo las posadas empresariales.
La pandemia también dejó huella en el negocio familiar que ya suma 17 años. Las ventas y la producción cayeron, pero, según Rosalba, los dos últimos años han mostrado una buena recuperación.
Antes de despedirse, deja una invitación para quienes quieran seguir celebrando esta tradición. Piñatas El Rey Jesús cuenta con sucursales sobre la calle Matamoros y Presidente Cárdenas, una más junto a una gasolinera sobre el mismo sector y otra en la esquina con Corona. Atienden de lunes a sábado de 10:00 a 19:00 horas, y los domingos de 10:00 a 15:00.
“El chiste es que vayas satisfecho y que regreses”, dice Rosalba, convencida de que la tradición de romper piñata seguirá encendiendo las fiestas cada diciembre.