Saltillo marcha en el desfile por el 115 aniversario de la Revolución Mexicana
Entre adelitas, tablas rítmicas, pompones y carros alegóricos, miles de familias se congregaron sobre el bulevar Venustiano Carranza para presenciar el tradicional desfile del 20 de noviembre
Antes de que iniciara el recorrido, la solemnidad marcó el ambiente. Las bandas de guerra abrieron con redobles firmes; después, el silencio dio paso al Himno Nacional Mexicano y a los honores a la bandera. De pie y en actitud de respeto, asistentes y participantes acompañaron el momento que enmarcó el arranque oficial de la conmemoración.
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Pasadas las 10:00 horas, el bulevar Venustiano Carranza se convirtió en un escenario vivo donde contingentes de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato, universidades y escuelas normales comenzaron su avance, seguidos por corporaciones de seguridad y agrupaciones civiles. Durante el trayecto, las familias aguardaron detrás de las vallas con celulares en alto, elotes en mano y la mirada puesta en busca de algún rostro conocido entre las filas.
El desfile se distinguió por su tono festivo y, al mismo tiempo, profundamente simbólico. Carrilleras, sombreros, trajes típicos y atuendos de adelitas evocaron la estética revolucionaria, mientras que las tablas rítmicas se acompañaron de música regional, con canciones norteñas que marcaron el paso y arrancaron aplausos.
La dinámica fue constante: los contingentes avanzaban en orden y, al llegar frente al presídium —ubicado a la altura de la preparatoria Ateneo Fuente—, detenían su marcha por unos minutos para presentar su número o rutina, antes de continuar el recorrido y ceder el espacio al siguiente grupo. Desde ese punto, autoridades municipales, estatales y educativas observaron el desarrollo del desfile.
Uno de los momentos más aplaudidos fue la participación del equipo de patinaje artístico del Colegio Nicolás Bravo, cuya ejecución sincronizada y fluida captó la atención del público, que respondió con ovaciones.
De acuerdo con el parte informativo, en el desfile participaron 17 instituciones de educación básica, 16 de nivel medio, cinco de educación superior y cinco escuelas normales, además del Instituto Estatal del Deporte y la Universidad Pedagógica Nacional, lo que representó la intervención de 4 mil 960 personas, 10 carros alegóricos y 15 vehículos de apoyo de sonido.
También se sumaron corporaciones como Policía Municipal, Policía Estatal, Bomberos, Protección Civil y Guardia Nacional, así como personal militar y asociaciones civiles, entre ellas el Club Mustang Saltillo.
El desfile concluyó alrededor de las 12:30 horas sin incidentes. Posteriormente, cuadrillas de limpieza iniciaron labores para retirar confeti y residuos en la zona. Al retirar las vallas se reabrieron las vialidades para reanudar la circulación vehicular.
Tras finalizar el evento, el alcalde Javier Díaz González destacó la participación y el resultado de la jornada. “Es un gran desfile de dos horas y media, con muchísimas instituciones educativas y elementos de las fuerzas policiales... saldo blanco totalmente”, expresó.
Añadió que este tipo de actos permiten mantener vivas las tradiciones cívicas de la ciudad: “Hay que seguir recordando estas tradiciones y este tipo de eventos”, señaló, al tiempo que reconoció el trabajo del personal de limpieza. “Siempre están nuestros compañeros de servicios públicos dejando lista la ciudad para poder continuar con las actividades habituales”, dijo.
Más allá de las cifras y el protocolo, la imagen que dejó la jornada fue clara: una ciudad entera detenida por unas horas para recordar su historia, celebrar su identidad y acompañar —entre música, aplausos y pasos firmes— un desfile que sigue siendo punto de encuentro entre generaciones.