¿Tatuajes clínicos en Saltillo? Qué son y por qué podrían ayudarte en caso de accidente

Este jueves 18 de mayo, Naza tatuó el primer tatuaje clínico como alerta médica en la piel de Roberto, una persona con VIH positivo indetectable en Saltillo.

Según explicó el tatuador en entrevista para VANGUARDIA, los tatuajes clínicos sirven para informar a médicos o paramédicos sobre las alergias o condiciones médicas relevantes de una persona en caso de tener que ser atendida.

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Añadió que los datos que normalmente se colocan en los tatuajes clínicos son el tipo de sangre, alergias o si tienen por ejemplo algún tipo de diabetes.

“Hay personas que me han contado que tienen alergia a ciertos medicamentos bien comunes como el paracetamol o a cosas bien sencillas como las anestesias”, detalló Naza.

“También hay gente que tiene algún procedimiento como un marcapasos y a veces la cicatriz no es muy visible entonces imagínate que llega un paramédico y sin saber le quiere hacer una reanimación, probablemente agrave el problema”.

El de este jueves fue el primero que rifó como parte de una dinámica en redes sociales como una forma, de acuerdo a lo que declaró, de devolverle a la sociedad saltillense todo el apoyo que le ha dado a lo largo de los años en su profesión.

Naza es originario de Taxco y desde hace más de 23 años tatúa y perfora en Saltillo, por lo que ya se siente de la capital de Coahuila y afirmó venir de una familia con tradición de tatuadores.

Según explicó Naza, un tatuaje como los que rifó y se realizó Roberto tiene un valor aproximado de mil 600 pesos en un diseño que realizaron entre tatuador y cliente.

El artista saltillense también mencionó que si bien hay personas que le han sugerido tatuar códigos QR con la misma información, también explicó que sería complicado para paramédicos tener que escanearlos en momentos de urgencia.

En ese sentido, también detalló que en los tatuajes clínicos busca que la información y los datos de las personas estén visibles, claros y se entiendan de una manera sencilla.

Por ello, sugiere que se realicen en los brazos o en el pecho que son zonas que regularmente se revisan en casos de accidentes.

Justo debajo del pecho, Roberto, quien se ganó la dinámica de Naza en redes sociales para hacerse un tatuaje clínico, marcó en su piel que es VIH positivo y que no es donante de órganos.

“Yo ya tenía planeado hacerme un tatuaje como de una alerta y no había tenido la oportunidad, fue cuando vi la dinámica que hizo Naza participé y me lo gané”, contó Roberto también en entrevista para VANGUARDIA.

“Desde hace ya cinco años soy VIH positivo indetectable y me hice el tatuaje por si en algún momento requiero atención clínica, pues sepan cómo reaccionar”, narró Roberto.

Además explicó que al estar bajo tratamiento desde que se le detectó el virus hace cinco años, lleva una vida normal, está casado y trabaja como ingeniero industrial en una empresa automotriz.

No obstante, contó que antes de entrar a su actual empleo, sufrió un duro proceso de discriminación cuando le negaron entrar a otro trabajo al enterarse que es VIH positivo.

Relató que pasó entrevistas, filtros y su contratación estaba prácticamente cerrada cuando se negó a realizarse una prueba de VIH y dijo al departamento de Recursos Humanos que es positivo, lo que terminó su proceso de ingreso a la empresa.

Roberto y Naza coincidieron que el desconocimiento de muchas personas respecto al VIH refuerza estereotipos y por lo tanto se dan casos de discriminación.

Naza incluso reconoció que en algún punto de su carrera llegó a negarse a tatuar a personas con VIH precisamente por desconocer los procesos a seguir con los casos positivos.