Trabaja la UAAAN en la formación de egresados con valores éticos y mayor conciencia social y ambiental
El rector Alberto Flores admitió que la institución presenta rezagos en la conformación de perfiles con dichas características
La formación de profesionistas con valores éticos y una conciencia social y ambiental sigue siendo una asignatura pendiente en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), admitió su rector Alberto Flores Olivas.
Durante un conversatorio académico difundido por la institución, el funcionario planteó la necesidad de que los futuros profesionistas presenten perfiles en los que no solo haya habilidades y conocimientos de punta.
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Los egresados “deben llevar, sobre todo, una profunda formación ética, una profunda conciencia social y ambiental; necesitamos formar ciudadanos, buenas personas; eso no lo estamos contemplando, es indudable”, señaló.
Los nuevos agrónomos también tienen que estar provistos de “un pensamiento crítico y analítico, que sepan detectar problemáticas y ayudar en su solución. Esto es mucho, es una tarea muy compleja para la Universidad; sin embargo, tenemos que trabajar en ello”, expresó.
“Yo me siento —reconoció— un poco perdido ahora, de momento, como rector de la Universidad, pero tenemos que trabajar en ello”.
Se planteó a sí mismo la pregunta: “¿Estamos preparados como Universidad?”, a lo que añadió: “La respuesta, en el caso de mi Universidad, es no”.
“Aun cuando tenemos un buen número de maestros que ya están trabajando en ello, hay un número mayor de maestros que se resisten al cambio; es donde debemos trabajar más”, declaró.
Flores Olivas estimó que el factor humano es “un elemento fundamental para el desarrollo sustentable agropecuario de México”, para enseguida cuestionar: “¿Cómo serán nuestros futuros egresados, nuestros futuros profesionistas?”.
Dio a conocer que la UAAAN trabaja actualmente en dos grandes proyectos de reforma académica y en la adecuación de su normatividad, pero destacó que desde hace dos años ha estado tratando de definir el perfil que deben tener los egresados.
“Tenemos alumnos de todos los estados de la República; más de un 60 por ciento provienen de zonas marginadas y de pueblos originarios. Entonces, ¿qué perfil deben de llevar?”, planteó.
“Después de análisis —explicó— y estudios de pertinencia, hemos considerado algunos indicadores, concretamente lo que está demandando la sociedad en su diversidad en México, y lo que están demandando los empleadores”.
Al respecto, se han detectado tres grandes nichos de trabajo para el futuro de los nuevos profesionistas: “la parte de la productividad, la ciencia y la docencia, y aquellos que estarán en áreas económicas o de políticas públicas”.
En virtud de ello, el reto ahora es determinar la estrategia a seguir para integrar todas estas áreas en un solo perfil profesional; la falta de elementos en el perfil del egresado “es un problema grave que estamos detectando”, afirmó.
“¡El futuro de la agricultura se construye hoy!”, reza el conversatorio recién realizado por el INIFAP, bajo el tema “Visión de las universidades para afrontar los desafíos de productividad y sustentabilidad del siglo XXI”, en el marco del Cuarto Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad.
En el encuentro se reflexionó sobre el papel de la educación, la ciencia y la innovación frente a los retos que enfrenta el campo, así como en la formación de las nuevas generaciones para una agricultura más sustentable y productiva, y en las alianzas y soluciones para transformar al sector agrario.
También participaron en el panel: Ramón Jiménez López, director general del Tecnológico Nacional de México; Adriana Mabel Rodríguez, decana de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires; Jorge Esteve, empresario y presidente del Consejo Nacional Agropecuario de México, entre otros académicos.