Venturas y andanzas del rey de los deportes
Es difícil saber cómo nació el juego de beisbol. Todo apunta a que sus raíces vinieron de un antiguo juego practicado en Inglaterra llamado “rounders” o “four-old-cat”. Existe una imagen que data de 1760, la cual fue publicada en una revista infantil con el título “Base-ball”, donde muestra a los jugadores sobre las bases y uno de ellos sostiene una pelota.
En 1845 un grupo de personas residentes en Brooklyn, Nueva York, se reunió con el propósito de establecer reglas de lo que sería la versión yanqui del juego de Base Ball. Entre las nuevas normas figuraban que para sacar a un corredor de una base, el jugador contrario solo tenía que tocarlo con la pelota, en lugar de golpearlo con ella, como originalmente se hacía en el juego precedente.
Para 1860, el beisbol había reemplazado al juego británico de cricket como el juego más popular de los Estados Unidos. A partir de aquel entonces, el beisbol incorporó una pelota dura y el uso de guantes de cuero. Pronto la nueva adaptación sumó cada vez más adeptos. A pesar de la Guerra de Secesión estadounidense, el naciente pasatiempo se practicó a mayor escala.
En un grabado publicado en los tiempos de la guerra civil, se aprecian soldados de la Unión jugando un partido de beisbol en un campo de prisioneros de guerra de la Confederación en el estado de Carolina del Norte.
OTRAS IDÍLICAS VERSIONES DEL NACIMIENTO DEL BEISBOL
Se cuenta que en el pueblo Cooperstown, Nueva York, fue donde nació el beisbol en el verano de 1839. Hay infinidad de versiones sobre un joven militar llamado Abner Doubleday, quien se dice que fue el inventor del beisbol.
Cien años después, en el estadio de beisbol de ese pueblo, se develó una placa para conmemorar el hecho, esa historia es falsa. Los verdaderos orígenes del beisbol datan de muchos años antes, por lo menos desde finales del siglo 18.
OTRO MITO, EL INVENTOR DEL BEISBOL EN SALTILLO
Existe un daguerrotipo de Doubleday tomado en esta ciudad, la imagen corresponde al año de 1847, cuando fungía como soldado del ejército estadounidense apostado en esta ciudad. En la borrosa imagen aparece rodeado por un grupo de jóvenes saltillenses, las fantásticas versiones apuntaban que el militar enseñaba a los jóvenes a jugar el juego de pelota.
La romántica historia, de haber sido verdadera, nos hubiera ubicado en el mapa mundial como uno de los primeros lugares donde se jugó beisbol. Abner Doubleday, graduado de la academia de West Point, se retiró del ejército para convertirse en abogado y escritor, en vida jamás habló sobre la autoría del juego.
EL MITO DE DOUBLEDAY SE HIZO GRANDE
En 1907, dieciséis años después de la muerte de Doubleday, el magnate de artículos deportivos y exjugador de grandes ligas, Albert Goodwill Spalding, creó una comisión especial con el propósito de determinar los orígenes del beisbol, es decir, si se inventó en los Estados Unidos o derivó de los juegos en el Reino Unido.
La comisión obtuvo evidencias endebles, se afirmaba que el ingeniero de minas Abner Graves había asistido a la escuela con Doubleday y que este le había contado sobre la invención del juego. La historia de Graves se tomó como base para que empresarios de Cooperstown, Nueva York y funcionarios de las Ligas Mayores fundaran el Museo y Salón de la Fama del béisbol nacional, en el ya mítico pueblo de Cooperstown.
EL ORIGEN DEL BEISBOL EN LA CIUDAD
Los sacerdotes de la Compañía de Jesús, quienes llegaron a esta ciudad en 1878 provenientes de Texas para fundar el Colegio de San Juan, fueron los que introdujeron el beisbol en Saltillo. Se cree que el primer sitio donde se jugó el beisbol fue en un solar muy cerca de la iglesia del Ojo de Agua.
Otro campo que se menciona como el primero fue el llamado Gertrudis Sánchez, localizado en los terrenos de la antigua Calcinadora, hoy colonia Universidad.
LLEGÓ PARA QUEDARSE
Después de los incipientes inicios, a principios del siglo XX, se celebró el primer juego formal de beisbol. El encuentro fue en los terrenos frente a la iglesia del Calvario, donde después se instaló la compañía textil Mezclilla Saltillo. Justo enfrente de esta fábrica en la esquina hoy calles de Allende y Presidente Cárdenas, se levantó un estadio de madera con una capacidad de mil 500 espectadores, la iniciativa fue gracias a los profesores del Colegio de San Juan.
Los señores José Figueroa y Garza Maciel corrieron con la mayor parte para financiar el estadio, el terreno fue proporcionado por el gobernador Miguel Cárdenas. Don Félix Recio, propietario de una antigua farmacia del Mercado Juárez, financió los primeros scores cards, tarjetas para que aficionados llevaran las estadísticas de los equipos.
Este estadio fue un orgullo para Saltillo ya que fue uno de los primeros de su tipo en el país. Otro lugar de práctica fue el Parque Ramírez, se levantó en 1926 en los terrenos de la Antigua Estación de Ferrocarril Nacional, Emilio Carranza, Colón y Cuauhtémoc, su promotor fue el señor Alfredo Ramírez, comerciante de artículos de plomería localizado en Allende y Juárez.
Años más tarde otro parque de beisbol estuvo en lo que fue la Quinta Naranjo, Ramos Arizpe, Salazar, Obregón y Colón, ahí en la década de los 30 se construyó el Estadio Saltillo.
Hay muchas ciudades de México que disputan el primer lugar donde se jugó beisbol. Nuestra ciudad no fue una de las primeras, pero sí una donde se construyeron los primeros estadios para la práctica del Rey de los Deportes y desde entonces tiene una de las mejores aficiones de la República Mexicana.
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