Éstos son los 3 síntomas clave de Ómicron, la nueva variante COVID-19

Desde su aparición en África, la nueva variante presenta diferentes síntomas a las pasadas; aunque Delta llegó siendo una amenaza, de Ómicron se descubrió que la acompañan hasta 32 mutaciones en su proteína de pico, lo cual podría hacerla resistir la inmunidad y propagarse fácilmente.

Estos son los síntomas señalados por pacientes africanos y por la Dra. Angelique Coetzee, médica privada y presidente de la Asociación Médica Sudafricana, quien identificó la nueva variante de COVID-19.

FATIGA SEVERA

Coatzee señaló que uno de los más notables síntomas es la extrema fatiga, más potente que el “cuerpo cortado” que algunos pacientes experimentaron con COVID-19 y sus primeras variantes.

“Los síntomas en esa etapa estaban muy relacionados con la infección viral normal. El síntoma clínico más predominante es la fatiga severa durante uno o dos días, además del dolor de cabeza y cuerpo”, agregó en una reciente entrevista.

DOLOR MUSCULAR Y TAQUICARDIA

Como lo mencionó la Dra. Coatzee, Ómicron se especializa en dolor corporal, volviéndolo más puntual que en variantes anteriores, además, la acompaña una elevación inusual del ritmo cardíaco y fiebre muy alta, que pueden durar, junto con el dolor muscular, varios días.

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SIN PÉRDIDA DEL OLFATO Y GUSTO

Uno de los síntomas que diferencia a Ómicron, es que no hay ausencia del olfato o gusto, el cual es una de las principales características para identificar el virus. Por ello, destacan que la transmisibilidad sea diferente, comparada con otras cepas o variantes.

Además, señalan que el desarrollo grave de la enfermedad puede presenciarse altamente entre los no vacunados.

Aproximándose temperaturas bajas en parte del mundo, expertos temen que el sistema inmunológico se debilite y comience la propagación de Ómicron, también clasificada como VOC, o sea, Variant Of Concern, que significa “variante de consternación”, categoría que ninguna cepa ha conseguido.

Asimismo, recalcan su gran cantidad de mutaciones, siendo hasta 32 tan sólo en proteína de pico, lo cual la vuelve ideal para resistir la inmunidad y propagarse rápidamente. Aunque Delta también venía acompañada de mutaciones, la cantidad es escasa a comparación de Ómicron, señaló Tom Peacock del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College London.

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Por ello, es más peligrosa: los anticuerpos nos protegen del COVID-19 dirigiéndose a la proteína de pico del virus, empero, cuando éste muta, la proteína cambia y los anticuerpos no pueden adherirse como antes; entre más cambios existan, más difícil es que los anticuerpos funcionen bien.

Aunque leves, estos síntomas llegan con diferentes actitudes que podrían nocivas para salud, especialmente en un momento tan delicado donde, según expertos, las cepas seguirán apareciendo, y quizá su potencial para propagarse sea cada vez más peligroso.