Schwarzenbeck, el trauma europeo del Atlético
COMPARTIR
Lo que "Katsche" no podía esperar es que, justo 40 años después, una nueva final del Atlético de Madrid removiera el pasado.
Berlín, Alemania.- Tal vez el más aterrador de los fantasmas que acosan estos días al Atlético de Madrid lleva el intrincado nombre de Hans-Georg Schwarzenbeck. El ex defensor alemán, autor del gol agónico que hace 40 años impidió la primera Liga de Campeones del club español, tiene bien claro que aquella final le cambió la vida.
"Marcar un gol tan importante es algo que ocurre sólo una vez", contó el ex del Bayern Múnich rompiendo su silencio habitual en una entrevista reciente con la Federación Alemana de Fútbol (DFB). "Cuando siento nostalgia vuelvo a verlo. Tengo el video del partido. Y cada vez que alguien me reconoce me habla inmediatamente de eso".
Fue un zapatazo entre genial y desesperado el que hizo entrar en los anales del fútbol al robusto zaguero con nariz de boxeador el 15 de mayo de 1974.
El Atlético ganaba 1-0 al Bayern la final de la entonces Copa de Campeones con gol de Luis Aragonés. En el minuto 120 de la prórroga, a segundos del pitido final, Schwarzenbeck sorprendió con un bombazo desde 30 metros que empató el partido y forzó un desempate ganado por el Bayern por 4-0 dos días después.
La dramática escena (http://dpaq.de/lopyk) dio al Bayern el primero de muchos trofeos europeos y quedó grabada a fuego en el corazón y en la memoria de los hinchas del Atlético de Madrid como uno de los mayores símbolos del destino trágico del club.
"El reloj del estadio no mostraba el tiempo de juego, pero como nuestro técnico, Udo Lattek, estaba como loco en la línea, imaginé que el partido estaba por terminar", recordó ahora Schwarzenbeck sobre ese segundo histórico en el estadio Heysel de Bruselas.
"Pasé la mitad de cancha con la pelota y nadie salía a marcarme, así que, bueno, simplemente disparé. Desde unos 30 metros. Por suerte, en ese momento no pensé mucho", dijo a la DFB.
De carácter retraído y calificado por el deportivo "Kicker" como "el internacional más humilde que jamás haya tenido el fútbol alemán", Schwarzenbeck atrajo entonces una atención mediática por la que llegó a desear no haber hecho el gol.
"Entonces pensé: 'Ojalá lo hubiese marcado Gerd'. Porque Gerd Müller era el que hacía los goles y se manejaba bien con los periodistas. Es algo que nunca disfruté: yo sólo pensaba en el siguiente partido".
Lo que "Katsche" no podía esperar es que, justo 40 años después, una nueva final del Atlético de Madrid removiera el pasado. La vida apacible del jubilado de 66 años se ve de pronto alterada por el teléfono que suena insistente en su casa de Múnich.
"Es algo que pasó hace mucho tiempo. Ahora estoy bien así, apartado. No necesito la vida pública. Con la prensa no tengo ya ningún contacto".
Descrito alguna vez como "medio hombre, medio toro" y apodado "el barrendero del Kaiser" por su habilidad de "limpiar" de rivales el camino para Franz Beckenbauer, Schwarzenbeck cosechó con el Bayern Múnich y con Alemania todos los títulos posibles.
En el club ganó seis Ligas, tres Copas, una Recopa de Europa y tres Ligas de Campeones. Con la selección fue campeón mundial y europeo. Hoy vive una vida serena rodeado de su familia y alejado de la prensa en una casa cerca de la sede del Bayern.
El sábado no necesitará volver a reproducir sus videos para revivir la historia. Le bastará con encender la televisión y ver si el Atlético de Madrid termina de cicatrizar en Lisboa la herida que él abrió cuatro décadas atrás con un destello de genialidad.
Por María Laura Aráoz y Pablo Sanguinetti/DPA