Barack Obama, ¿el presidente más deportista?
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El demócrata, fanático del baloncesto, apoya y practica diferentes disciplinas. Pero no es el único gobernante de los EU que se ha destacado por sus ejercicios físicos.
En reiteradas oportunidades, el mandatario reelecto presenció eventos en vivo y manifestó que es un ferviente practicante del baloncesto, del golf y del fútbol, entre otras disciplinas. En los años previos otros ocupantes de la Casa Blanca también demostraron sus aptitudes, lo que ha generado las comparaciones.
Incluso, el deporte ha llegado a ser protagonista de la campaña. "Tengo un consejo para ustedes sobre el plan de juego Romney - Ryan: Patéenlo. No va a funcionar. No los hará ganar el partido", fue una de las metáforas utilizadas por el ganador del martes.
El periódico online USA Today publicó una galería de imágenes en la que se puede ver a los 10 presidentes que se mostraron más cercanos a la actividad deportiva.
El caso más lejano es el de Theodore Roosevelt, que fue presidente entre 1901 y 1909. Si bien el republicano intentó prohibir el fútbol americano, deporte que consideraba demasiado violento, también se destacó por generar campañas para que la población se inicie en la práctica.
"Es mucho más importante que el hombre practique algo por su cuenta, aunque no lo haga del todo bien, que asista con cientos de compañeros a ver como otros lo hacen mejor", fueron algunas de las palabras que le dedicó "Teddy" al ejercicio físico.
Cuatro años después de que Roosevelt deje el máximo cargo, Woodrow Wilson llegó a la Casa Blanca. El demócrata jugaba béisbol en la preparatoria, pero debió abandonar cuando logró el ingreso a Harvard. Aunque no era su fuerte, también se dedicó al golf.
Dwight Eisenhower no solo fue un reconocido militar y presidente, sino que también se destacó en el fútbol americano. Incluso, una academia de ese deporte, en la actualidad, lleva su nombre.
John Fitzgerald Kennedy se dedicó a la práctica de diversos deportes. En Harvard, mientras estudiaba Relaciones Internacionales, se destacó en natación, jugó al golf y siempre se declaró amante de la actividad física.
Richard Nixon no supo de grandes exigencias a la hora del deporte. No pudo desarrollar una gran habilidad en el fútbol americano, que era uno de sus favoritos, pero terminó practicando el bowling, disciplina que lo dejó en la historia por instalar pistas en la misma Casa Blanca. Nunca fueron retiradas.
El sucesor, Gerald Ford, sí pudo destacarse en el deporte autóctono de los EU. Mientras estudiaba derecho en las universidades de Michigan y Yale, el expresidente se lució como uno de los mejores centros y apoyadores de su generación.
Ronald Reagan ejerció durante siete años como guardavidas y el mito dice que salvó a 77 personas. Pero las aguas no fueron su único medio, el exmandatario, fallecido en 2004, fue un eximio jinete.
La dinastía Bush, integrada por George Hebert y Geroge Walker, siempre se mostró cerca del béisbol. Durante y después de su mandato, el menor se encargó de inaugurar partidos relevantes de las grandes ligas, incluso en el exterior, como el primer lanzamiento de la final del torneo japonés.
George W. también se hizo famoso por participar de maratones, incluso llegó a completar una prueba de 42 kilómetros a los 43 años. Otra de las prácticas, que algunos llegaron a cuestionar, fue su afición por la caza. En reiteradas oportunidades el expresidente posó con su rifle.
Sin embargo, pocos han alcanzado un perfil tan popular como el actual mandatario, que se ha dado lujos como celebrar su cumpleaños con un partido contra estrellas de la NBA, además de promover la educación física, tanto por sí mismo como a través de su esposa Michelle.