Estadio México 68, un histórico
COMPARTIR
El recinto universitario cumple 60 años de ser testigo mudo de hazañas en el balompié mexicano
México D,F. El tiempo no ha roto su belleza, ni las cualidades para albergar eventos deportivos de alto nivel. Ese monstruo hecho de piedra volcánica llamado estadio Olímpico Universitario ruge con el esplendor de siempre, de acuerdo con personajes deportivos pumas.
Hace 60 años, este recinto, cuyo proyecto arquitectónico fue encabezado por Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas Moro y Jorge Bravo Jiménez, abrió sus puertas por primera vez.
El entonces presidente de México, Miguel Alemán Valdez, y el rector de la UNAM, Luis Garrido, lo inauguraron para dar pie a los segundos Juegos Juveniles Nacionales.
Seis décadas más tarde se mantiene como uno de los cosos deportivos emblemáticos del país.
"No es un estadio común y corriente. Se hizo con gran cariño, con forma de sombrero de charro y quedó plasmado el mural de Diego Rivera e integrándose a las características geográficas y geológicas del terreno, en que se aprovechó la piedra volcánica que le da una personalidad especial y diferente a cualquier estadio del mundo", describe Alfredo Echávarri, arquitecto e integrante del equipo de Pumas que logró el Ascenso a la Primera División.
En su historia, el Olímpico de CU ha albergado Juegos Olímpicos, Copa del Mundo, finales de futbol y futbol americano, etc.
Pese a ser un coloso sexagenario, no ha pasado de moda ni está en el olvido.
"Es un estadio vigente, es súper vigente, porque han habido muchas justas de altísimo nivel. Se le acaba de mejorar la iluminación, la pantalla. Todo está en perfectas condiciones, no hay queja, no hay alguna imposibilidad. Se ha mantenido funcional y bello", considera el ingeniero Víctor Manuel González Dávila, ex presidente de la extinta Comisión Revisora de Estadios de la FMF.
Quienes han jugado en el México 68, reconocen que el hogar de los Pumas tiene una mística distinta a la de cualquier coso en México.
"Al rival se le hace una cancha enorme, se enfrenta a una afición apasionada, con determinación para crear energía para su equipo. Tiene su historia, hay equipos que les pesa jugar en CU.
Además es Patrominio Cultural de la Humanidad, que le da una importancia mayor", afirma el ex mediocampista Leonardo Cuéllar.