Patrick McEnroe, el hermano desconocido
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La sombra de su hermano mayor siempre ha pesado sobre Patrick, que encontró su espacio y su brillo en el dobles.
Madrid, España.- Lejos de la repercusión deportiva y personal que desprende la figura y la carrera de John McEnroe, uno de los más grandes jugadores que ha proporcionado la leyenda del tenis, su hermano Patrick, discreto como raqueta y más sombrío en sus comportamientos, se conserva como parte de la actualidad del deporte estadounidense.
Patrick McEnroe, desprovisto del talento de 'Big Mac', su hermano mayor, del que le distancian siete años, fue un tenista menor en el circuito profesional individual. Diestro, al contrario que John, sólo sobresalió en la final del torneo de Sydney del 1995, donde cosechó su único éxito en una modalidad que le alcanzó para incluirse entre los 30 mejores del circuito.
La sombra de su hermano mayor siempre ha pesado sobre Patrick, que encontró su espacio y su brillo en el dobles. Llegó a ser el tercer tenista del momento y saboreó el éxito en 16 ocasiones. Especialmente, en Roland Garros, en 1989, junto a Jim Grabb, tras imponerse al iraní Mansour Bahrami y al francés Eric Winogradsky.
Patrick McEnroe, que hace ya diez años logró la estabilidad familiar y emocional con su boda con la actriz y cantante Melissa Errico, con la que ha tenido una hija, Victoria, hasta la llegada de los gemelos que esperan en la actualidad, llegó con cierto retraso a Madrid como consecuencia de un descuido. En el aeropuerto JFK de Nueva York se presentó sin documentación. No pudo viajar.
Llegó a la Plaza de Toros de Las Ventas horas después, para prolongar la defensa del título de campeón de la Copa Davis que obtuvo el pasado año. Es el responsable de las directrices del equipo estadounidense. Mientras, su hermano avanza como comentarista especializado de diversos medios de comunicación, ocupación que comparte con el mundo de la farándula y el espectáculo.
Patrick heredó el legado de su hermano en el equipo de Estados Unidos. John, que fue nombrado en 1999, renunció después de catorce meses, frustrado con el programa y el formato de la Copa Davis.
Su hermano menor no profundiza tanto. Trabaja en el equipo y busca triunfos del país más laureado de la competición, en un momento en el que el protagonismo estadounidense en los grandes torneos está al margen de los momentos estelares.
Es su octavo año en el cargo en el equipo que defendió como doblista durante un trienio. En Madrid, será la quinta ocasión en la que cruce su destino con el conjunto español, con el que ha caído en dos ocasiones y ha salido airoso en otras tantas. Ahora espera a prolongar el dominio que instauró en el último curso, donde terminó con una sequía de doce años.