Rompe fronteras Rolando Cantú en la NFL
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La cita fue ayer en punto de las 16:30 horas, subí junto con mi compañero fotógrafo en búsqueda del lugar en el que habíamos quedado: una tienda de pinturas, ubicada en el centro de la ciudad, tenía la imagen, pero no la idea de la excelente persona que iba a conocer.
Ni la lluvia pudo detener el encuentro entre el primer jugador mexicano salido de la ONEFA jugando en temporada regular en la historia de la NFL, y un servidor.
Rolando Cantú Sánchez, nacido en Monterrey, Nuevo León un 25 de febrero de 1981, estaba en Saltillo, y no podíamos despreciar la oportunidad de entrevistarle y saber cómo fue el paso para llegar a la NFL y qué hace ahora como Coordinador de Relaciones Comerciales Internacionales de los Cardenales de Arizona.
A la hora marcada, Cantú llegó junto con varias personas de la empresa patrocinadora, además del Ingeniero Abraham Selem Saddi, quien es el director de la empresa que está a cargo de los campamentos de Rolando a nivel nacional e internacional.
Rolando baja de la camioneta y cuál fue la sorpresa al ver cómo el atleta de 1.98 mts de estatura y 148 kgs. de peso, llegaba a saludar de mano a todos y cada uno de los que estábamos esperándole.
Sin aires, ni poses, primero atiende a sus fans, esos que ni las inclemencias del tiempo hicieron que fallara a la cita.
"¿Cómo te llamas?", pregunta Rolando a un chiquitín que portaba el jersey de uno de los equipos campeones en esta recién concluida temporada de la AFAIS, Aguilas Moradas.
"Mario", contesta asombrado el infante al ver la sonrisa de su ídolo y cómo le exhorta a que siga practicando el deporte de sus amores, el de las tacleadas.
Así, la charla con los medios llegó y fuimos nosotros los que tuvimos la oportunidad de hablar primero con él.
Primero que nada recordamos aquellos momentos en el emparrillado del Estadio Tecnológico de Monterrey, donde vivimos grandes encuentros (el uniformado y yo como un aficionado más); pero el juego que viene a la memoria, fue la final del año 2003 cuando pierden con Campus Estado de México por dos puntos, pues ahí fue donde los visores de la NFL, terminan convenciéndose de que Rolando era material para su liga.
La aventura comenzaría en Berlín en el "Thunder", equipo que milita en la NFL Europa de donde en sólo un año se apodera de la titularidad y juega su primer World Bowl en contra de la Galaxia de Frankfurt, coronándose campeón.
Al año siguiente los "pájaros rojos" lo llaman a sus filas, en las que estuvo participando y entrenando hasta que llegó la oportunidad de hacer su debut en contra de los Potros de Indianápolis.
Tanto fue su impacto que en el 2006 se lanza en Estados Unidos: "Chosen", un comercial de una marca de bebidas en donde se muestra su historia y los retos que ha tenido que vencer para abrirse camino hacia la NFL.
"Lamentablemente", recuerda Rolando; " las lesiones no nos han dejado, hay la oportunidad que con el nuevo coach , pueda regresar; es algo que deseo y no he quitado el dedo del renglón".
Por lo pronto, el guardia regiomontano, ve en el coahuilense Eduardo Castañeda, al que más posibilidades tiene de seguir sus pasos en la NFL, pues ha causado muy buena impresión en los "mini-camps" de los Cardenales.
"El de Acuña tiene con qué, y va a llegar muy lejos", dice Rolando mientras firma un par de autógrafos más a las chicas aficionadas a las tacleadas.
Por otro lado le decepciona un poco lo que ha sucedido con la ONEFA. "Ahora no hay nada que hacer, espero que el año que entra el señor Carlos Rosado pueda poner la reglas en claro y no dejar que esto pase", dice el ex campeón de la Liga mayor de el máximo organismo del futbol americano estudiantil en nuestro país.
La tarde se iba, y entre risas y recuerdos le solté la última pregunta: ¿te queda el "gusanito" de ser entrenador en jefe algún día?; esperaba una rápida respuesta, pero el enorme jugador de 27 años de edad, pierde la mirada entre las gotas que caían en la carpa instalada a las afueras de la tienda, y sólo responde con una sonrisa; "claro que me gustaría, pero sobretodo aquí en México", como recordando a sus entrañables coaches.
Así terminamos la charla con un apretón de manos, la clásica foto del recuerdo y un "manejen con cuidado" de parte del atleta hacía mi compañero y un servidor.