A’ja Wilson resiste y Estados Unidos gana su octavo oro olímpico consecutivo

En una de las finales más emocionantes y tensas en la historia del baloncesto olímpico, la selección femenina de Estados Unidos logró su octava medalla de oro consecutiva al vencer 67-66 a Francia en un duelo que mantuvo a todos al borde de sus asientos hasta el último segundo.

A’ja Wilson fue la gran figura de la noche, liderando a su equipo con 21 puntos y demostrando por qué es una de las jugadoras más dominantes del baloncesto mundial.

Este encuentro no solo fue un desafío físico y táctico para las estadunidenses, sino también un verdadero test de su temple. Ninguna otra selección había logrado poner en jaque su impresionante racha de 61 victorias consecutivas, una marca que se extiende a lo largo de casi tres décadas de dominio absoluto en el escenario olímpico. En ese período, solo dos veces se había visto a las estadunidenses ganar por menos de 10 puntos, lo que subraya la magnitud de la hazaña alcanzada por las francesas al llevarlas hasta el límite en la Final.

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El oro número ocho para las estadounidenses rompe el empate que mantenían con la selección masculina de su país, que había logrado siete medallas doradas consecutivas entre 1936 y 1968. Este hito confirma el lugar de la selección femenina en la cima de la historia olímpica del baloncesto, estableciendo un nuevo estándar de excelencia que será difícil de igualar en el futuro.

El logro de las mujeres se cristalizó apenas un día después de que la selección masculina también derrotara a Francia para colgarse el oro, marcando la primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos que los duelos por el título en ambas ramas enfrentaron a las mismas naciones. Sin embargo, a diferencia de la victoria relativamente cómoda de los hombres, las mujeres tuvieron que luchar hasta el último instante para asegurar su lugar en la historia.

El momento más dramático del partido llegó en el último minuto, cuando Francia, impulsada por el fervor del público local, consiguió un triple que dejó el marcador 67-66, obligando a las estadunidenses a defender con uñas y dientes su ventaja. Con solo segundos en el reloj, el equipo francés tuvo una última oportunidad de cambiar el destino del partido, pero su disparo Final, que por un momento pareció destinado a entrar, se quedó corto, asegurando así la victoria para Estados Unidos.

Esta victoria no solo añade otra medalla de oro al palmarés de Estados Unidos, sino que también refuerza el legado de una generación de jugadoras que han dominado el deporte a nivel global. A’ja Wilson y sus compañeras han dejado una marca indeleble en la historia del baloncesto, y su épica victoria sobre Francia será recordada como uno de los momentos más emocionantes y significativos de los Juegos Olímpicos.

Con información de AP