- 08 octubre 2024
Ana Paula Vázquez Flores: un homenaje a la fortaleza y el amor de Ramos Arizpe
Con un discurso lleno de humildad y agradecimiento, la arquera inspiró a los asistentes, especialmente a los más jóvenes, y reafirmó su compromiso de seguir siendo un ejemplo para todos
Ana Paula Vázquez, es, fue y siempre será histórica.
El jueves 29 de agosto, la Plaza Principal de Ramos Arizpe fue el escenario de un evento sin precedentes en la historia de la ciudad. En punto de las 8:00 de la noche, bajo un cielo despejado y rodeada por una multitud emocionada, Ana Paula Vázquez Flores, reciente medallista olímpica en tiro con arco, recibió la llave de su ciudad natal, en un acto cargado de simbolismo y profunda gratitud.
El alcalde Chema Morales, acompañado por el cabildo, encabezó la ceremonia en la que se destacó el orgullo que todos los ramosarizpenses sienten por Ana Paula, quien ha puesto en alto el nombre del municipio a nivel mundial durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
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La entrega de la llave de la ciudad, la primera en la historia de Ramos Arizpe, fue un reconocimiento a su destreza, determinación y, sobre todo, a su inquebrantable fortaleza mental, una cualidad que solo los mejores atletas poseen.
La ceremonia no solo marcó un hito en los anales de la ciudad, sino que también dejó una huella imborrable en el corazón de cada uno de los presentes. Desde la llegada de Ana Paula, el ambiente estuvo cargado de emoción, especialmente entre los niños y jóvenes que la recibieron con gritos, aplausos y solicitudes de fotos y autógrafos.
La joven arquera, conmovida hasta las lágrimas, expresó su gratitud en un discurso improvisado, reflejando su humildad y el profundo cariño que siente por su gente.
“Si existiera una palabra más allá de ‘gracias’, la usaría”, dijo Ana Paula, sus ojos brillando con emoción, “no podía dimensionar la emoción que decían sentir al venir a verme, conocerme... Empiezo a dimensionarlo en este momento. Es una emoción que va más allá de las porras, los gritos, las fotos y los videos. Prometo intentar cada día ser un 1% mejor para ustedes”.
El kiosco de la plaza, testigo mudo de tantos eventos en la historia de Ramos Arizpe, ahora albergará en una vitrina el arco con el que Ana Paula compitió en los Juegos Olímpicos, un símbolo tangible de su triunfo y de la esperanza que ha sembrado en su comunidad.
El adagio de que “nadie es profeta en su tierra” encontró en Ana Paula una excepción, una joven que no solo ha entregado éxitos deportivos, sino también amor, cariño y respeto a su pueblo.
El secretario del ayuntamiento, en un emotivo discurso, destacó el impacto de la historia de Ana Paula en la comunidad: “Tu historia es una esperanza para todos. No importa de dónde venimos, sino a dónde vamos. Los sueños están al alcance de aquellos que se atreven a perseguirlos”. Sus palabras resonaron en los corazones de todos, especialmente en aquellos niños que, con ojos llenos de admiración, escuchaban atentos.
“Cuando veo la emoción en los niños, me veo en ellos”, continuó Ana Paula, “yo era como ellos. Quería de grande ser reconocida, salir en todas las pantallas -como ahora- y que me pidieran una foto. Quiero decirles a todos los padres de familia que todos los niños son capaces de esto y más. Nadie va a ser como yo, van a ser mejores”.
En su discurso, Ana Paula subrayó el papel fundamental de su familia en su éxito, destacando que el amor y el apoyo incondicional que recibió desde pequeña fueron cruciales en su camino hacia el podio olímpico.
“En mi casa nunca faltó amor y apoyo, desde el primer día que habité este plano, me dieron amor y confianza infinita, incluso en mis peores momentos, eso marca la diferencia”.
Orgullosa de sus raíces, Ana Paula concluyó con un mensaje para todos los presentes: “Este rancho, como todos lo llaman, ya tiene a su primera, pero no única, medallista olímpica. Esforzarnos, intentarlo cada día nos hará mejores ramosarizpenses, coahuilenses y mexicanos”.
La noche culminó con un espectáculo de fuegos artificiales, mientras la icónica “We Are the Champions” de Queen resonaba en la plaza, cerrando un evento que quedará grabado en la memoria de Ramos Arizpe como un tributo al talento, la perseverancia y el amor que Ana Paula Vázquez Flores ha sembrado en su tierra natal.