La terrible historia de Karl-Anthony Towns; siete familiares murieron por Covid-19
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El jugador de los Timberwolves de Minnesota afrontará la nueva temporada de la NBA con notables bajas en su familia
El coronavirus ha cobrado la vida de millones de personas en todo el mundo. Muchas familias han quedado destrozadas por la muerte de sus seres queridos, como la del jugador de los Timberwolves de Minnesota, Karl-Anthony Towns, que continúa procesando la muerte de su madre, Jacqueline Cruz-Towns, y de otros seis miembros de la familia por complicaciones del Covid-19.
El jugador de Minnesota habló con los medios en el inicio de la pretemporada de la NBA.
"He pasado por algo muy duro, obviamente comenzando con la perdida de mi mamá", admitió Towns. "Anoche recibí una llamada de que perdí a mi tío. Siento que la vida me ha endurecido un poco y me ha humillado".
La madre del basquetbolista murió el 13 de abril a los 58 años de edad. El jugador dijo que "he visto muchos ataúdes en los últimos siete meses. Tengo muchas personas que, en mi familia y en la de mi madre, han tenido coronavirus".
Comentó que "yo soy el que todavía busca respuestas, tratando de encontrar la manera de mantenerlos saludables".
"Es una gran responsabilidad para mí mantener a mi familia bien informada y hacer todos los movimientos necesarios para mantenerlos con vida".
Towns ha publicado varias actualizaciones de vídeo en sus redes sociales que detallan lo que pasó mientras cuidaba a su madre y cómo se sintió después de su muerte.
"No quería que la gente sintiera lo que yo sentía", explicó Towns, quien agregó que "quería tratar de evitar que tuvieran la prueba y la situación por la que yo estaba pasando".
Towns destacó que sus compañeros de equipo, particularmente el escolta D'Angelo Russell, lo ayudaron a avanzar las semanas posteriores a la pérdida de su madre.
También comentó que recibió una gran cantidad de llamadas de apoyo y mensajes de texto de miembros de la organización de los Timberwolves.
Reconoció que volver a jugar baloncesto le apasiona, pero que será un desafío jugar sin su madre.
"Siempre me hacía sonreír ver a mi mamá en la línea de fondo y en las gradas y ver que pasaba un buen rato viéndome jugar. Va a ser difícil hacerlo de nuevo sin ella. Va a ser difícil decir que esto es terapia. No creo que (jugar baloncesto) vuelva a ser una terapia para mí. Pero me da la oportunidad de revivir los buenos recuerdos que tuve con un ser adorable como era mi madre", agregó Towns. Con información de Marca.