¡Despertó el Dragón! Henry Urrutia comanda a la Nave Verde al triunfo frente a Rieleros

Con una gran noche para la novena de casa, comandada por un dragón que se había tardado en despertar -Henry Urrutia- los Saraperos de Saltillo vencieron por segunda ocasión a los Rieleros de Aguascalientes con 7 carreras a 3.

A las 7:30 de la noche continuó la primera serie de casa para el Sarape en su segundo encuentro contra la Máquina, tras una noche inaugural donde, con un Estadio Madero completamente lleno, vencieron en una pizarra de 7-10 a los visitantes.

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En esta ocasión el pitcher abridor fue Ariel Miranda, quien lanzó la primera bola para el bateador rival inicial, Daniel Cornejo, y que destacó con acertados lanzamientos en su trabajo sobre la lomita.

Los primeros periodos se fueron con cero carreras por ambas novenas, pero la primera rayita fue pintada por la visita: Aldo Flores llegó al home con un batazo de Ángel Reyes en la tercera alta.

Afortunadamente para la Nave Verde despertó uno de los dragones que parecía seguir dormido hasta este momento, Henry Urrutia, que no había puesto en marcha el poder con el que se le caracteriza, en ninguno de los duelos anteriores (incluyendo la pretemporada). Con un jonrón volteó el marcador en la tercera baja.

Cuando la ofensiva de la Máquina regresó para el cuarto rollo, una vez más, Flores rescató a su equipo. Con tremendo batazo disparó la pelota hasta lo más recóndito del estadio y marcó la del empate (2-2).

Tras una serie de disparos, strikes y outs, los peloteros de los dos clubes no vieron cambio en la pizarra. Hasta que “Scooby Doo” volvió a hacer daño. Un jonrón más distanció al Dragón del Norte con tres carreras: la suya, la de Matthew Acosta y la de Edwin García.

La sexta alta llegó con la tercera carrera para Rieleros, aunque la distancia no se pudo recortar más y terminó aumentándose para la casa con un doble productor del “Niño” García. En ese punto, el Dragón sumaba seis cuadrangulares (3-6).

No había factores en contra para un dragón en pleno vuelo. Urrutia siguió al frente de la nave, y, con el ritmo y el calor ya asentado, conectó un imparable hacia el jardín derecho y produjo la séptima.

Los incansables Rieleros no dejaron de dar guerra hasta su último aliento, aunque sus esfuerzos fueron en vano para detener el despegue de la nave. De ahí, que el resto del partido se mantuviera con una pizarra completamente estática.

Será este jueves cuando Saraperos busque llevarse la serie como invictos.