Responde árbitro Matías Beares a críticas: No soy obeso, soy gordito
Su nombre es Matías Beares, es juez de línea. El pasado fin de semana fue blanco de comentarios sobre su físico y así se defendió
El arbitraje a nivel mundial no vive sus mejores tiempos. En Argentina, aún no se implementa el VAR y el orden durante el juego depende de los silbantes y sus capacidades. Por eso mismo las críticas fueron duras hacia Matías Beares, juez de línea, que el pasado fin de semana fue señalado por sobrepeso.
El asistente ya había sido blanco de comentarios sobre su aspecto físico, pero hacía caso omiso hasta el pasado sábado, en el encuentro entre Huracán y Rosario Central.
Durante un conato de bronca entre jugadores, Beares intentó detener a los rijosos. Intervino ante los empujones y manotazos, por lo que no se salvó de aparecer en las fotografías de ese momento, en las cuales se observa el notorio estado físico del árbitro.
Javier Castrilli, exárbitro internacional del futbol argentino, y ahora analista, fue quien más ‘dardos’ lanzó hacia Beares a través de su cuenta oficial de Twitter.
A partir de esa publicación, al menos seis tuits más de Castrilli fueron dirigidos al árbitro en cuestión y a los altos mandos del arbitraje argentino por la señalada ‘obesidad’. Pero Beares contestó.
A través del programa ‘De futbol se habla así’, el juez de línea negó obesidad, pero aceptó que no está en su mejor momento físico.
"Soporto las críticas. No soy obeso, soy gordito. Esta no es mi mejor versión física y la ropa tampoco ayuda",dijo. "Acepto que tengo que mejorar el tema físico. Me pesé en la pretemporada y estaba en 99 kilos. A las jugadas llego y, mientras acierte, nadie me va a decir nada".
Sobre las puntuales críticas de Javier Castrilli se mostró indiferente.
Castrilli no existe y no dejó nada como árbitro. Tiene que arreglar sus problemas con la Justicia en España. No tomo en serio nada de lo que diga ese señor", agregó.
"Un buen número de aficionados respaldaron a Beares, se pusieron de su lado. Hubo quienes celebraron la situación por humanizar a los silbantes. Sin embargo, abundaron las burlas.