Futbol latinoamericano: tres eventos vergonzosos
Control migratorio en Perú, violencia de la Policía en Brasil y el famoso grito prohibido en México manchan al deporte más popular del mundo
En estos días el futbol del continente americano ha experimentado tres momentos vergonzosos que manchan al deporte y dan pie a tomar acciones por parte de las respectivas autoridades de los países en materia deportiva y judicial.
En el primer caso de este conteo, ocurre una situación preocupante; se trata del control de identidad anunciado por la Superintendencia Nacional de Migraciones y la Policía Nacional (PNP) durante el partido entre Perú y Venezuela.
La medida, implementada durante el encuentro de ambas selecciones en el Estadio Nacional de Lima, suscitó una ola de rechazo por parte de activistas y periodistas venezolanos, quienes la consideran no solo absurda sino también xenófoba.
La periodista Ronna Rísquez, especialista en crimen organizado, enfatizó que esta medida es un ejemplo más de maltrato hacia la comunidad venezolana, mientras que Luz Mely Reyes señaló que este control representa un acto de extrema crueldad, comparándolo con situaciones similares en Venezuela durante eventos deportivos internacionales.
La Superintendencia Nacional de Migraciones justificó esta acción como un método para mantener el orden interno y la seguridad en el evento deportivo, desplegando mil 900 agentes en el estadio. Sin embargo, expertos en Derecho Internacional, como Alonso Gurmendi, opinan que esta medida no busca regular la migración, sino más bien complacer a grupos xenófobos.
Perú alberga la segunda comunidad más grande de venezolanos en el mundo después de la crisis generada por la dictadura de Nicolás Maduro. Según datos oficiales, un millón 347 mil 893 extranjeros viven en el país, siendo el 87 % de esta población de origen venezolano.
La presidenta Dina Boluarte aseguró que cientos de venezolanos han estado saliendo voluntariamente por la frontera con Ecuador tras el vencimiento del plazo para regularizar su estatus migratorio el pasado 10 de noviembre.
CLÁSICO TEÑIDO DE ROJO
Otro episodio vergonzoso es el ocurrido durante el Clásico Brasil-Argentina por las eliminatorias del Mundial 2026, celebrado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El encuentro, que prometía espectáculo, se vio ensombrecido por una pelea generalizada que provocó un retraso de casi media hora cunado apenas iba a empezar el partido. La confrontación estalló en la tribuna del estadio mientras se reproducía el himno argentino, generando una situación caótica y violenta entre algunos aficionados brasileños y visitantes.
Le siguió una confrontación física entre los hinchas y el personal de seguridad, resultando en una golpiza por parte de este último. Los fanáticos, en un contexto de creciente tensión, comenzaron a arrojar butacas al personal de seguridad, desencadenando así una batalla campal en la galería del evento.
Diversos videos empezaron a circular a través de la prensa argentina, mostrando con claridad la violencia durante el evento. Uno de los momentos más alarmantes evidenció a un hincha que tuvo que ser retirado en camilla, presentando heridas en la cabeza y abundante sangrado.
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La selección argentina, ante la incapacidad de la policía para contener los ánimos, se retiró momentáneamente a los vestuarios tras ausentarse durante 17 minutos. Los jugadores argentinos, en un intento por calmar la situación, se dirigieron en grupo hasta la tribuna sur del Maracaná.
Además, miembros de la delegación argentina tuvieron que intervenir debido a que algunos aficionados resultaron heridos y sangrando como consecuencia de la intervención policial. .
EH, EH, EH... OTRA VEZ
El tercer hecho vergonzoso ocurrió en el Estadio Azteca durante el partido de vuelta de cuartos de final de la Nations League entre México y Honduras.
Una vez más, se ha evidenciado la presencia del grito homofóbico proveniente de la afición mexicana. Durante el transcurso del encuentro, específicamente al minuto 37 tras un despeje del arquero rival, Edrick Menjivar, se escuchó el inapropiado y prohibido grito de “puto”.
Lamentablemente, esta situación se repitió en la segunda parte del partido, intensificándose hacia el final del juego. La desesperación por el resultado momentáneo llevó a que la afición recurriera nuevamente al grito, generando una situación incómoda que obligó al estadio a mostrar advertencias en las pantallas para evitar una suspensión del encuentro.
La Federación Mexicana de Futbol ha enfrentado sanciones considerables y multas cuantiosas por parte de la FIFA debido a este comportamiento, incluso teniendo que jugar partidos a puerta cerrada como consecuencia de estas acciones.
A pesar de las diversas campañas y esfuerzos realizados para erradicar este grito homofóbico en los estadios, lamentablemente persiste en momentos de tensión como el ocurrido durante el partido contra Honduras.