Milan está en Semifinales de Champions... 16 años después

Deportes
/ 18 abril 2023

El cuadro dirigido por Stefano Pioli no tembló en el Diego Armando Maradona y apagó el sueño de los napolitanos

El Milan volverá a disputar unas Semifinales de la Champions League 16 años después de la última vez. Lo consiguió tras una eliminatoria en la que despertó de su sueño a un Napoli, con marcador 1-1 y 2-1 en el global, que pese a todo será histórico, pero en la que rubricó un perfecto ejercicio de resistencia y una demostración de madurez que le abrió las puertas a una gloria que puede ser aún mayor.

La noche mágica que querían los napolitanos en su estadio, en un Diego Armando Maradona devoto con los 11 de a pie y con el pastor que les guía, un Luciano Spalletti que introdujo a Mateo Politano en el perfil diestro por Hirving Lozano cómo única variante táctica, sin tener en cuenta las obligadas por sanción de Min-Jae y de Anguissa, comenzó exactamente como seguro habían soñado.

Napoli fue netamente superior a los Rossoneri en los primeros 15 minutos, un control total del encuentro y de la posesión, hundiendo a los visitantes en área propia. Eso sí, con ocasiones que apenas inquietaron la puerta de Maignan. Un discreto disparo de Khvicha Kvaratskhelia, otro de Politano y un remate de Víctor Osimhen sin peligro.

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Pero el empuje, la presión eficiente y el desparpajo de “Kvara” mantuvieron a los napolitanos como dominador indiscutible del encuentro en la que tenía que ser la noche de la temporada ante un Milan que, como ya demostró en Octavos, no parece sentir presión en la Champions. Un Milan que es capaz de exhibir una madurez y un empaque imperturbable, sabedor de que su partido pasaba por esa fase de control napolitano, pero también plenamente conocedor de sus armas.

Unas que no tardó en sacar a pasear y que dieron resultado a las primeras de cambio. Rafael Leao, la más peligrosa de todas, fue el que activó a su equipo y le hizo crecer, provocando un penalti que silenció toda la ciudad. Olivier Giroud se postuló para encarrilar la eliminatoria. Golpeó con su zurda, pero no encontró la gloria que buscaba. Esa que sí encontró Meret bajo palos, elevado de nuevo al cielo pocos minutos después con otra parada salvadora al propio francés, que volvió a frustrarse en la que no parecía su noche.

El partido, pese a que seguía controlado por el combinado Azzurro y que se mantenía con el empate inicial, había cambiado. El Milan había despertado y Spalletti se mostró muy preocupado desde el banquillo, con el mismo semblante que en la ida cuando su equipo no marcó en los primeros minutos. Como si supiera exactamente lo que le iba a suceder a su equipo.

Y es que poco después, en el enésimo ataque posicional del Napoli, cuando el partido se dirigía suavemente al descanso, Ndombele, que entró en el once por la baja de Anguissa, cometió un error que al principio no pareció fatal. Su problema fue que ese mal control en zona de tres cuartos fue a parar al único jugador que es capaz de hacer peligro a 65 metros de la portería, un Leao que en cuanto recibió tuvo claro su plan.

Empezó su recorrido, ganando velocidad con cada zancada y fue eliminando rivales uno a uno. Tanguy Ndombele, Giovanni Di Lorenzo, Yanis Rrahmani. Nadie pudo pararle. Se plantó en área rival con la facilidad de quien se sabe superior y cuando Meret salió a achicar, cedió el esférico a un Giroud que solo tuvo que empujarla para resarcirse de sus dos acciones anteriores. Leao volvió a demostrar que es un jugador especial al que no le tiemblan las piernas en las grandes noches.

Se marchó tocado el Nápoles a los vestuarios, además de algo cabreado por un posible penalti no pitado sobre el Chucky, que entró por el lesionado Politano, pero volvió a empezar fuerte el segundo acto.

No fue con la abrumadora intensidad del primero, pero volcó de nuevo el choque sobre el área milanista. Con un “Kvara” que fue el que más lo intentó, el que no cesó en su empeño de volver a meter a su equipo en la eliminatoria, pero siempre demasiado solo, abandonado por un Osimhen que en su vuelta estuvo a merced de Tomori y Kjaer, y que mantiene su maldición con el Milan, al que todavía no ha marcado.

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Pudo por un momento volver a soñar el Nápoles con la gesta, cuando el colegiado señaló penalti por mano de Tomori a falta de poco menos de 10 minutos. ‘Kvara’, el mejor de los partenopeos, fue el que ejecutó pero, como ya sucediera en la misma portería en la primera parte, el meta frustró al lanzador. Esta vez fue un Maignan que, si bien esta noche no tuvo demasiado trabajo, sigue probando que no hay muchos porteros mejor que él en la actualidad.

El penalti errado, en cambio, no acabó con toda esperanza napolitana. Osimhen consiguió derribar el muro ‘rossonero’ con un testarazo en el descuento. Fue demasiado tarde. El Milan vuelve a estar entre los grandes 16 años después, desde aquella edición de 2007 que acabó ganando. El Napoli despierta del sueño.

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