‘Expropia’ Gobierno tramos de tren a Ferrosur

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Toman instalaciones elementos de la Marina; informa empresa a sus accionistas y señala que analizará las medidas a seguir
La empresa Ferrosur, subsidiaria de Grupo México, propiedad de Germán Larrea, informó que personal armado de la Secretaría de Marina ocupó sus instalaciones en el tramo Coatzacoalcos-Medias Aguas desde las 6:00 horas de este viernes.
Además, el Diario Oficial de la Federación publicó un decreto por el que se ordena la ocupación temporal e inmediata del tramo ferroviario por parte del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec S. A. de C. V., empresa de participación estatal mayoritaria que forma parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
“La sorpresiva e inusitada toma de las instalaciones por parte de las Fuerzas Armadas está siendo analizado por parte de Grupo México Transportes, sus inversionistas y asesores”, dijo la compañía en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
“La empresa continuará bridando el servicio a sus usuarios sin ninguna afectación por el momento, sólo con la vigilancia de las Fuerzas Armadas y se informará oportunamente sobre las acciones a seguir con base en sus obligaciones como empresa pública”, agregó.
El decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) indica que “se declara de utilidad pública la conservación y prestación del servicio público de transporte ferroviario, su uso, aprovechamiento, operación, explotación y demás mejoras en los tramos de las líneas Z, ZA y FA, que corren de Medias Aguas a Coatzacoalcos, de Hibueras a Minatitlán y de El Chapo a Coatzacoalcos, respectivamente”, concesionados en 1998 a Ferrosur.
Por lo tanto, los tramos pasaron a formar parte de la empresa estatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y se integrarán al proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), según señala el decreto.
EL PORQUÉ DE LA TOMA
Las vías férreas expropiadas interconectan el puerto de Coatzacoalcos y son consideradas por las autoridades de “vital importancia” para la conexión portuaria con las instalaciones de Salina Cruz y Dos Bocas, donde el Gobierno está construyendo una refinería.
Además de las líneas que implican una extensión de 120 kilómetros, personal de esa dependencia asumió ya el uso, aprovechamiento, operación y explotación del derecho de vía, de los centros de control de tráfico y despacho, y de las señales para la operación de las vías férreas mencionadas.
El CIIT asumirá el pago de la indemnización por la expropiación de los tramos ferroviarios.
El decreto tiene como fundamento la Ley de Expropiaciones, la cual establece que procede la expropiación, ocupación temporal o la simple limitación de los derechos de dominio, previa declaratoria de utilidad pública, y mediante la indemnización a quien en derecho corresponda.
Dentro de los 10 días hábiles siguientes a la notificación de este decreto, los interesados podrán acudir al procedimiento judicial a que se refiere el artículo 11 de la Ley de Expropiación, con el único objeto de controvertir el monto de la indemnización.
VÍAS MUY NECESARIAS
En el decreto se argumenta que para el funcionamiento eficaz de la plataforma logística, era imperativo tener el control y administración de todas las líneas ferroviarias que comprenden el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, entre los que se encuentran los tramos concesionados a Ferrosur, para eliminar las fallas e ineficiencias en las cadenas de transporte, almacenamiento y distribución, y facilitar y agilizar la movilidad de bienes entre los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz que ofrezca servicios con mayor valor agregado, tanto al comercio exterior como al interior.
También se explica que la asignación otorgada a Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, en octubre de 1999, no comprendió en la operación y explotación de las líneas Z y FA el acceso directo, fluido y natural al puerto de Coatzacoalcos de los ferrocarriles y trenes de dicha empresa paraestatal, lo que interrumpe su libre tránsito en dichas líneas férreas a la altura de Medias Aguas para los procedentes de Salina Cruz, y en El Chapo para los procedentes de Palenque.
Lo anterior obligaría a la ferroviaria estatal a detener el movimiento de los ferrocarriles y trenes antes de ingresar a las vías concesionadas a Ferrosur, a partir de referidos puntos, a solicitar la autorización correspondiente y a pagar derechos de paso, lo que ocasionaría afectaciones económicas y de programación operativa a dicha entidad.
Con información de medios