Fracasan PYMES en México por falta de liquidez y problemas para conseguir financiamiento

Dinero
/ 20 agosto 2022

Los préstamos empresariales suelen tener algunas ventajas tributarias principalmente a través de la deducción de intereses

Solicitar un préstamo personal no es igual que uno empresarial, tienen ciertas diferencias y requisitos, que si no se conocen pueden ser requeridos de manera desacertada, lo que puede llegar a ser un riesgo la rentabilidad de la empresa, y en el caso de las PyMEs complicar el patrimonio del emprendedor.

Por eso vale la pena aclarar algunos puntos entre estos dos tipos de créditos y así hallar el mejor para un emprendimiento.

Por un lado, están los préstamos o créditos personales que son productos financieros, en los cuales se concede una cantidad de dinero a una persona física, a cambio del pago del mismo capital sumado a un interés anteriormente establecido. Este interés puede ser fijo o variable, según el contrato firmado por ambas partes.

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Estos tipos de préstamos en línea seguros, dependen de las situaciones específicas de cada persona individual para que se puedan conceder, es decir, que posea un historial crediticio confiable, cuente con algún tipo de garantía o incluso algún bien que sirva como aval.

En el caso de los préstamos empresariales, estos son productos creados concretamente para un negocio o empresa. Ofrecen tasas de interés diferentes a la de los créditos personales y también brindan formas de pago consideradas específicamente para las dinámicas de la operación y administración de la compañía.

Estos créditos colaboran con la financiación de proyectos que intentan generar rentabilidad, sin poner en peligro los activos personales.

El garante del préstamo es la empresa en su conjunto y no una persona física. Suelen tener además algunas ventajas tributarias, principalmente a través de la deducción de intereses.

Un préstamo empresarial puede favorecer a la ampliación, crecimiento y progreso de un negocio, además, ayuda con la organización de una administración; mediante registros individualizados y aplicados en función de los reportes de la empresa.

Se sabe que los primeros tiempos de emprendimiento son decisivos para su supervivencia y duración, por eso es bueno que cuenten con un financiamiento que no arriesgue el patrimonio personal.

En definitiva, los créditos empresariales son siempre la mejor alternativa para una compañía, en especial cuando se trata de PyMEs, ya que son productos financieros concretamente elaborados para las necesidades y capacidad de pago específicas de esa empresa.

Disponer con este tipo de productos crediticios ayuda a los emprendedores a llevar una mejor gestión de sus finanzas y tendrá efectos positivos en el desarrollo de las empresas, sin poner en riesgo el patrimonio familiar o personal.

La Asociación de Emprendedores de México (ASEM), con base en datos de la Radiografía del Emprendimiento en México 2021, informó que la falta de liquidez (35 por ciento) y los inconvenientes para obtener financiamiento (25 por ciento), son las principales causas por las que las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) fracasan en el país.

Paralelamente el 90 por ciento de los emprendedores mexicanos sostienen su empresa con capitales propios durante los primeros tres años de operación.

El mayor problema es que las empresas combinan las dificultades para poder acceder a créditos de financiamiento con un mal entendimiento de la adquisición y uso de estos.

Esto lleva a consecuencias desastrosas: compañías que combinan las finanzas familiares y personales con las de la empresa y crean problemas de liquidez difíciles de pagar.

La falta de información de los emprendedores conduce, con frecuencia, a malas decisiones financieras, al escoger solicitar préstamos personales para impulsar sus negocios.

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