México 86, la concentración más larga de todas
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México, D.F..- El modelo de concentraciones largas de la Selección se impuso hace 24 años para el Mundial de México, cuando el objetivo era tener la mejor preparación del equipo nacional que iba ser el anfitrión de la máxima justa futbolística.
En aquel entonces, la preparación previa a la Copa del Mundo fue de casi tres meses y el grupo terminó cansado de tanto encierro.
"Fue una concentración muy larga donde la intención siempre fue llegar lo mejor preparados. A la distancia uno puede creer que fue un exceso, pero lo que se vivió en ese momento fue especial, y creo que al final esa unión se notó en la cancha donde se mostró a un equipo compenetrado que sabía perfectamente lo que quería. Aunque es cierto que en esos meses vivimos de todo", relató un melancólico Abuelo Cruz.
En esos días las habitaciones eran compartidas por tres jugadores. En una de ellas estaban los líderes del equipo:
Fernando Quirarte, Tomás Boy y Javier Aguirre. Mientras que había otras plagadas de juventud, como aquella que compartieron Alejandro Domínguez, Francisco Javier Cruz y Raúl Servín.
La disciplina fue el sello de esta concentración y del técnico de ese Tricolor, el serbio Bora Milutinovic, quien mantuvo encerrados a los seleccionados en el antiguo Centro de Capacitación. Sin embargo, no todo fue rigidez, ya que los jugadores tenían permisos esporádicos para visitar a sus familias, quienes fueron hospedadas en un edificio cercano.
Cruz, quien se convirtió en uno de los jugadores más queridos de ese Mundial, aun recuerda con gusto las peculiaridades que tuvo esa Selección, la primera en recibir tanta difusión de la prensa.
"Cómo olvidar ese canto que hacía la tribuna que pedía mi entrada: `Sacaremos al Abuelo de la banca'. Fue algo enorme, algo que nunca olvidaré. También recuerdo que aquella vez todo el equipo grabó una canción, y eso que nadie era cantante, pero sin duda se convirtió en el himno nuestro y de todo el futbol mexicano", destacó.
Esa canción que cuenta Francisco Javier Cruz decía: "El equipo Tricolor tiene mucho corazón y en la cancha lo demostrará". Esa canción venía en un acetato que se repartía a todos los visitantes del mundo que llegaron a México para disfrutar del Mundial 86.
Aunque en el interior del vestidor mexicano lo único que se escuchaba era la canción del grupo Survivor, Eye Of The Tiger, misma que se hiciera famosa por su mensaje motivacional y por la película Rocky, protagonizada por Sylvester Stallone.
Además de aquella concentración histórica, el apoyo incondicional para la Selección Mexicana provocó que el torneo nacional sufriera modificaciones en su calendario. Fue así como se implementaron los famosos pero poco exitosos torneos Prode 85 y México 86, el primero ganado por el América y el segundo por el Monterrey.
EU 1994, concentración básica para el grupo
Miguel Mejía Barón, discípulo de Bora Milutinovic, asimiló a la perfección el largo trabajo que se hizo ocho años antes, por lo que decidió hacer lo mismo con la Selección que jugó el Mundial de Estados Unidos 1994.
Aquélla fue una concentración peculiar, menos larga que la anterior y menos demandante, según sus participantes.
Cuenta Luis García que ese fue un equipo joven que tenía en mente revolucionar la historia del futbol mexicano, por lo que la actitud desenfadada dentro y fuera del campo fue la constante.
"Miguel es un tipo que mantiene todo en un estricto orden y jamás permitió una indisciplina, pero lejos de tenernos como militares, él implementó una dinámica de confianza en la que entramos todos, y por eso es que el grupo siempre estuvo completo y muy amigable entre sí.
"Es natural que en cualquier grupo humano, luego de un tiempo junto, los problemas o roces aparezcan, pero nosotros siempre lo resolvimos con diálogo; además Miguel cada vez que detectaba algo inmediatamente trataba de corregirlo", relató.
García sonríe al recordar que con una concentración tan larga la monotonía y el encierro provocan situaciones que de momento causan impacto, pero que sin duda son capítulos que quedan guardados en la historia por su peculiar gracia.
"En ese tiempo aún no existía la tecnología que hoy tenemos; es cierto que te entretenías con radios, libros y juegos de mesa, pero aún recuerdo que previo al debut contra Noruega, El Cadáver Valdez nos sorprendió con un corte de cabello horrible, y es que según él sólo quería cortarse las patillas, pero le falló el pulso y se rasuró hasta arriba, por lo que tuvo que emparejarse y quedar con ese horrible pelo de bacinica; yo le digo que por eso jugó sólo 45 minutos en ese Mundial.
"Sin duda eso se vive en ese tipo de concentraciones, aunque ahora con tantas cosas que hay es más fácil matar el tiempo o aprovecharlo mejor", apuntó el ex delantero del Atlético de Madrid.
A diferencia del Mundial de México 1986, para la justa mundialista de Estados Unidos 1994 la Selección Mexicana se fue integrando de a poco, y una vez que terminó la liguilla el equipo nacional ya estaba completo.
Otra de las diferencias con el actual plan de trabajo fue la preparación previa, ya que, cuenta Luis García, éste fue menor y con resultados a todas luces desfavorables.
"Antes no había tantos partidos de preparación ni con equipos tan importantes, y en ese entonces los resultados no nos acompañaron, por lo que aparecieron las dudas de la prensa", relató García, que jugó, entre otros, con Pumas y América.
Los resultados a los que se refiere el ex goleador fueron dos victorias ante Suecia e Irlanda del Norte. Asimsimo, aquél Tricolor empató dos contra Bulgaria y Colombia y perdió tres encuentros ante Suiza, Rusia y Estados Unidos.
Francia 98, partidos generaron muchas dudas
Para la Copa del Mundo de Francia 1998 el técnico fue Manuel Lapuente, y con él llegó una nueva forma de preparación de la Selección.
A comparación del pasado, para este Mundial los partidos de preparación aumentaron. Esa vez fueron 15, aunque muchos de ellos con selecciones de poca jerarquía y hasta con clubes.
Cuenta Claudio Suárez, defensa de aquella época, que la presión llegó a ser tanta que eltécnico decidió hacer parte de la pretemporada lejos México.
"Los momentos previos o la preparación antes de una Copa del Mundo son más complicados que el propio Mundial, y es que siempre hay nervios por alguna lesión, además de que en este entonces Lapuente decidió formar un grupo superior a los 23 que deben ser registrados, por lo que la ansiedad por saber quién se queda y quién se va siempre genera mucha tensión.
"Era Francia el país donde íbamos a jugar el Mundial, por lo que el entrenador decidió que un mes antes de iniciar la competencia nos fuéramos a Italia a concentrarnos lejos de lo que se publicaba en la prensa. Hubo cierta tensión que se fue acumulando con los malos resultados de la pretemporada", recordó.
El Emperador destacó la importancia de tener en el grupo a gente de experiencia que siempre ayuda en los momentos difíciles.
"Jorge Campos es un jugador muy querido y era muy respetado por todo el grupo, y en los momentos complicados, donde la monotonía y la tensión llegaban, la picardía y buen humor de Jorge siempre ayudaron a que el grupo se mantuviera unido y enfocado. Siempre que alguien estaba enojado, Jorge aparecía con el comentario que le cambiaba la cara, así que en ese sentido ese tipo de personas son muy útiles para un tipo de concentración como estas", subrayó.
Ese Tricolor tuvo una preparación larga y con partidos amistosos tanto en Estados Unidos como en México, Europa y Sudamérica.
En terreno estadunidense, el Tri jugó dos partidos: uno lo perdió ante Holanda 2-3 y el otro lo ganó por 1-0 a Perú.
En el estadio Azteca se despidió con un empate a un gol y en Sudamérica jugó en Argentina donde cayó ante el Boca Juniors por 3-1. En Chile perdió contra su Selección Sub 23 por 3-1 y la U. Católica los goleó 5-1.
Ya en Italia, la Selección perdió ante el Bolonia por la mínima diferencia, empató sin goles contra el Steua de Bucarest y le ganó 6-0 a Estonia y 1-0 al modesto Venecia.
En Noruega cayó ante los locales por 5-2, en Irlanda empató a cero, pero en Alemania volvió a dar la nota tras perder con el Wolfburg de la Bundesliga por 4-1, pero en Suiza recompuso un poco el camino ante Japón, al que derrotó por 2-1 y cerró su preparación en Francia con un empate sin goles ante Arabia Saudita.
Corea-Japón 2002, un Tri lleno de confianza
Para el primer Mundial celebrado en tierras asiáticas, la Selección Mexicana recurrió al sistema de concentración larga, cercana a los dos meses.
Esa vez el capitán del barco Tricolor fue Javier Aguirre, quien llegó al timón nacional luego de que la embarcación mexicana estaba a punto del naufragio en plena eliminatoria, por lo que una vez superado el trago amargo, El Vasco decidió trabajar con la vieja fórmula: finalmente él, en 1986, vivió una experiencia que en 2002 intentó implementar, sólo que sin tantos partidos.
Para esa experiencia Aguirre convocó a jugadores veteranos que en su mayoría pasaban los 28 años.
Entre ellos se encontraba Braulio Luna, quien sin jugar partidos de eliminatoria ni ser un constante seleccionado mexicano, logró colarse en el grupo que disputó el primer Mundial organizado por dos países: Japón y Corea.
El mediocampista recordó que el carácter del técnico fue fundamental para mantener un grupo equilibrado, a pesar del largo encierro.
"Son difíciles, son momentos en los que hay un gran cúmulo de sensaciones y sentimientos que suelen confundirse tras un tiempo de estar todos los días con la misma gente. El grupo siempre se llevó bien y siempre fue muy respetuoso. Además, Javier siempre habló de frente con todos y desde el primer día nos dejó muy claros los puntos que debían seguirse en la concentración."
Al igual que Claudio Suárez, Luna destacó que el buen humor y las puntadas son la fórmula para trabajar en armonía.
"Fue un grupo donde había de todo: gente experimentada, jóvenes, jugadores muy serios y jugadores como Jorge Campos, Cuauhtémoc Blanco y Luis Hernández, quienes todo el tiempo se la pasaban haciendo bromas y, por más preocupado que estuvieras por el partido, por tu familia o lo que fuera, era imposible no reírse y recordar para qué estábamos ahí todos juntos", apuntó.
El hoy veterano jugador negó que haya existido un roce entre Francisco Palencia y Javier Aguirre, aunque ese fue el momento más complicado que vivió aquella Selección.
En lo deportivo, la preparación para ese Mundial fue positiva, porque de los ocho encuentros amistosos el Tricolor ganó seis: Albania (4-0), Bulgaria (1-0), Colombia (2-1), Bolivia (1-0), Milan (2-1) y al Tokio Verdy (2-0) y perdió únicamente dos: ante Yugoslavia (1-2) y Estados Unidos (0-1).
"Sin duda que la preparación que hoy se va a tener es mucho mayor y mejor que la que tuvimos nosotros, pero al final de cuentas lo que vale es la calidad de los jugadores, pero sobre todo la mentalidad y determinación con la que se afronte un Mundial", sentenció Braulio Luna, quien para la justa de Sudáfrica quedó fuera, lo que para no pocos fue una sorpresa.
Alemania 2006, tensión y dudas
Fue la primera vez en que la Selección contó con más de un futbolista que jugaba en Europa. En ese entonces eran tres: Rafael Márquez (Barcelona), Guillermo Franco (Villarreal) y Jared Borgetti (Bolton), por lo que la concentración final, cercana a los 60 días, contó en su gran mayoría sólo con 23 de los 26 jugadores que convocó el argentino Ricardo La Volpe.
La preparación y pretemporada fueron muy similares a las que ahora tendrá el Tricolor en su camino rumbo a Sudáfrica.
Sin embargo, en cada Mundial, las sorpresas fueron un factor recurrente en cada uno de los técnicos. En 94 Mejía Barón llevó al Cadáver Váldez. En 98 Lapuente sorprendió con El Cabrito Arellano. En 2002 Aguirre se llevó a Sigifredo Mercado y al primer naturalizado en una Selección: Gabriel Caballero. En 2006, Ricardo La Volpe se llevó al Mundial a RafaelGarcía, su yerno... pero el propio ex jugador cree tenía los méritos para ser considerado.
"Desde un principio supe que iba a ser algo que me marcaría, pero también siempre tuve claro que tenía calidad para estar ahí, y finalmente quien tiene la última decisión es el técnico, que la mayoría de las veces no complace a todos. El grupo nunca me trató mal y me consideraron uno más, además de que Ricardo nunca hizo diferencia con nadie", recordó El Chiquis García.
El mediocampista, quien militó en Pumas, Toluca, Cruz Azul, Atlas y Veracruz, está a favor de que la Selección tenga este tipo de concentraciones.
"A pesar de que es mucho tiempo el que estás alejado de la familia y prácticamente vives para el futbol, es un tiempo muy bien aprovechado, porque finalmente es ahí donde el equipo nacional toma forma, estilo y personalidad. Es cuando todos los jugadores ponen su talento en pro de una misma causa y en nuestro caso sirvió, ya que el equipo durante el Mundial demostró que sabía a qué jugaba y dominaba su sistema."
Hace cuatro años, la preparación del Tri rumbo al Mundial de Alemania constó de cinco partidos en Estados Unidos de los cuales ganó cuatro: Noruega (2-1), Ghana (1-0), Paraguay (2-1), Venezuela (1-0) y perdió ante Corea del Sur (0-1).
Se despidió en el Azteca ante Congo con victoria de 2-1 y en Europa generó dudas con sus derrotas ante Francia (0-1) y Holanda (1-2). A ocho días de su debut mundialista se impuso 3-0 al equipo de la Universidad de Goettingen.
Dice El Chiquis que justo esos resultados no deben desestabilizar al grupo. "A nosotros nos pegaron por los últimos resultados amistosos ante del Mundial, pero hay que recordar que esos, sean buenos o malos, sólo sirven para llegar mejor preparados", afirmó el ex jugador.