Bayer rechaza que glifosato sea carcinógeno, pero respetará la ley si México lo prohíbe

Si el gobierno de México ordena la terminación del uso del glifosato en la agricultura, Bayer dejaría de comercializarlo en el país, afirma Werner Baumann, director general de la multinacional de origen alemán.

El directivo asegura que la empresa químico-farmacéutica tiene 100 años de presencia en México porque siempre ha cumplido las normas y las reglas que el gobierno ha puesto, pero antes de que sea una norma hablan y expresan su opinión. En el caso del glifosato –un herbicida cuyo uso ha sido criticado por especialistas, y que es el más usado en el mundo–, rechaza que sea carcinógeno para humanos, pero si el gobierno dice que no se puede vender, “Bayer dice: respeto las leyes”.

La controversia sobre el uso del glifosato en el país continúa al igual que en el resto del mundo. Existe un decreto, expedido en el actual gobierno, que ordena la terminación del uso del glifosato en la agricultura en México en un proceso de tres años que culmina en 2024.

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En entrevista con La Jornada, Baumann asegura que el glifosato es un producto muy importante para la agricultura, principalmente en el cultivo de productos transgénicos, pues algunos países que han prohibido el uso del herbicida ya vieron las consecuencias a nivel de la productividad y después de algunos años otorgaron el permiso para volver a utilizarlo.

El principal ejecutivo de la firma alemana rechaza la idea de poner fin a la comercialización del glifosato, pese a que en Estados Unidos la empresa pagó millones de dólares en respuesta a demandas presentadas por acusaciones de provocar cáncer.

Baumann destacó que la firma está invirtiendo, como ninguna otra compañía a nivel mundial, en la investigación y desarrollo de nuevos productos, también en el ámbito de herbicidas, ya que son la única compañía que tiene dos productos en desarrollo que podrían, hacia finales de esta década, jugar un papel bastante importante en el combate a las malezas, pero deja entrever que de ningún modo sustituirán al glifosato, pese a lo oneroso que podrían ser los juicios en los que se puede ver involucrado.

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Con respecto a México, el empresario destaca que son muy optimistas. “Tenemos planes de inversión en México por alrededor de 7 mil 500 millones de pesos en los próximos tres años en el área de producción nacional y exportación, así como la inversión en 10 centros de investigación y desarrollo para la innovación en la salud y alimentación”.

El economista sostiene que México tiene un potencial increíble por su situación geográfica, por el T-MEC y sus recursos humanos.

“Lo que podría ser mejor, francamente, es mejorar el sistema, hay demasiada burocracia y sus procesos regulatorios podrían ser más rápidos y también más orientados hacia las nuevas tecnologías, que México sea más abierto a ellas.”

El director general de Bayer asegura que no existe el riesgo en el mundo de una crisis alimentaria porque ya se tiene, debido a que el número de personas que se acuesta con hambre en el mundo se ha duplicado durante los pasados 12 o 15 meses y alrededor de 80 millones de personas sufren un nivel elevado de desnutrición. “Es por eso que afirmo que estamos en plena crisis alimentaria”.

De ahí que es importante que funcionen los mercados para evitar que se cierren las fronteras; asimismo, países que cuentan con reservas no las abren para ayudar y encontrar un equilibrio más bajo de precios.

“El reto que se tiene en Bayer es: salud para todos, hambre para ninguno. Ahora que estamos en plena crisis alimentaria, que no hay suficiente producción para los que sufren hambre, la compañía aporta soluciones para atacar el problema, considerando que se tiene que descarbonizar el sector durante los próximos 10 años”, concluye Werner Baumann.

Con información de La Jornada