Cobalto 60.... el Chernobyl mexicano que dejó casas y autos radioactivos hasta nuestros días

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/ 5 mayo 2022

El desastre nuclear que sucedió en México expuso a la radiación a cuatro mil personas

Recientemente, Chernobyl ha cobrado fuerza por los bombardeos rusos afuera de sus instalaciones, poniendo en riesgo de un desastre nuclear como el ocurrido en 1986.

Sin embargo, años antes, nuestro país tuvo un episodio con el Cobalto 60 que que activó los detectores de radiación, esto en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Todo empezó cuando el 25 de noviembre de 1977 el Centro Médico de Especialidades S.A. de Ciudad Juárez, Chihuahua compró una maquinaria que se introdujo a México sin cumplir todos los requerimientos de importación vigentes.

Se trataba de una unidad de teleterapia que utilizaba una fuente de Cobalto-60, sin embargo al no contar con personal que supiera operarla fue arrumbada en el almacén.

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Pasaron los años y en 1983 fue cuando intendentes de limpieza finalmente decidieron que hacer con ella: vender sus partes como chatarra. De esta manera, dieron de martillazos a la unidad para poder dividirla en partes, pero mientras esto se hacía se liberó la sustancia, que a pesar de desprender un brillante, casi enceguecedor, tono de azul fue ignorado por quienes manipulaban el instrumento.

Al cumplir con “la misión”, colocaron las partes de la máquina en la cabina de una camioneta tipo pick-up con la que sin saberlo se esparciría el radioactivo material Cobalto-60, ya que el material fue vendido como chatarra al “Yonke Fénix” y luego se destino para la elaboración de varillas para construcción de casas, soportes metálicos de muebles y muchas otras creaciones.

Aunque no tiene una comparación con la explosión de un reactor nuclear, se le ha llamado el “Chernóbil mexicano” por el alcance de contaminación que generó en México, lo cual provoca comparaciones con aquel accidente de la Unión Soviética.

Y es que miles de toneladas de varilla de construcción quedaron contaminadas con cobalto-60 y este material fue comercializado en 17 de los 32 estados de México.

La radioactividad se seguía expandiendo y nadie se estaba dando cuenta hasta que uno de los camiones cargados con material para construcción y manufactura de muebles ingresó a Nuevo México, Estados Unidos en enero de 1984 para exportar el contenido. En aquel lugar finalmente fueron detectados los altos niveles de radiación y se inició un proceso para descubrir el origen de todo.

Así inició el éxodo por encontrar todo los materiales que salieron del “Yonke Fénix” siendo rastreados por todos los recibos de compra emitidos en las fechas cercanas a la detección del material radioactivo en territorio estadounidense.

Difícilmente se puede estimar cuántas casas fueron construidas en Ciudad Juárez con las varillas elaboradas con partes del aparato médico, además de todo lo que fue exportado y terminó fuera del estado e incluso fuera del País.

El Gobierno de México de aquel entonces publicó un informe de 65 páginas en el que incluyen las acciones que se realizaron luego de que se detectara y confirmara la presencia del radioactivo elemento Cobalto-60.

Pese a estos esfuerzos aun se estima que el Cobalto-60 persista en el ambiente, en casas construidas con las varillas contaminadas, tuberías y muchos otros lugares, ya que aunque los gránulos del elemento sean pequeños representan una fuente de radioactividad decadente hasta por más de 30 años.

Se estima que, como resultado del accidente, aproximadamente cuatro mil personas resultaron expuestas a la radiación, de éstas, casi 80 por ciento recibieron dosis inferiores a los 500 mrem; 18 por ciento recibió dosis entre 0.5 y 25 rems y, que dos por ciento restante, o sea alrededor de 80 personas, recibieron dosis superiores a los 25 rems.

De este último grupo se considera que cinco personas recibieron dosis que varían desde 300 a 700 rems en un periodo de dos meses. Como resultado de la permanencia de la camioneta en la calle de Aldama de Ciudad Juárez, se debió considerar la posibilidad de que algunos de los vecinos de dicha calle hubieran recibido dosis considerables, por lo que se les envió a unidades hospitalarias del 1 MSS y de la SSA, a fin de que se les practicaran los exámenes médicos correspondientes. De esta manera se determinó que tres personas había” recibido dosis que excedieron de cien rems.

La exposición a 350 mSv fue el criterio para reubicar a las personas después del accidente de Chernóbil (Ucrania), según la Asociación Nuclear Mundial.

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