¿Cómo ha cambiado Trump al Partido Republicano? La lista de asistentes a su proceso penal nos da la respuesta
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Atrapado en la ciudad de Nueva York durante cuatro días a la semana para asistir a su proceso penal, ahora Trump está de regreso en el mismo penthouse donde sorteó tantos escándalos durante la contienda presidencial de 2016
Por Shane Goldmacher
El Partido Republicano ha cambiado mucho desde la última vez que Donald Trump pasó tanto tiempo en la Torre Trump.
Atrapado en la ciudad de Nueva York durante cuatro días a la semana para asistir a su proceso penal, ahora Trump está de regreso en el mismo penthouse donde sorteó tantos escándalos durante la contienda presidencial de 2016.
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En ese entonces, Trump era el candidato republicano, pero todavía seguía siendo ajeno al partido. Después de que se dio a conocer el video de “Access Hollywood” en octubre de 2016 y lo escuchamos presumiendo de haberles tocado los genitales a las mujeres, pasó el fin de semana en la Torre Trump viendo deserciones. Desde todo el espectro del Partido Republicano llegaron dudas sobre su candidatura y hubo, por ejemplo, un evento cancelado y una reprimenda pública del hombre que había elegido para que fuera su vicepresidente.
Siete años y medio marcan una gran diferencia.
El lunes, un aspirante a la vicepresidencia de Trump, el senador por Ohio, JD Vance, fue a Nueva York a mostrar su solidaridad con el virtual candidato de su partido. Vance comenzó su día en la Torre Trump y luego entró al tribunal el mismo día en que se narró parte del episodio de “Access Hollywood” y se reprodujo una grabación secreta en la que Trump hablaba de sobornos para ocultar relatos que lo perjudicaban.
A Vance se le unió el senador por Alabama, Tommy Tuberville, junto con el fiscal general de Alabama, el fiscal general de Iowa y la congresista republicana de Staten Island.
El martes, cuando se esperaba que se interrogara al testigo clave de la fiscalía, Michael Cohen, estaba llegando al tribunal en la comitiva de Trump el presidente de la Cámara de Representantes junto con otros dos políticos cuyos nombres han aparecido en el sorteo de vicepresidentes: el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y el representante de Florida Byron Donalds, además de Vivek Ramaswamy, quien compitió sin éxito en las elecciones primarias de 2024 como una alternativa en favor de Trump.
“Aquí hay muchas personas estupendas con quienes hablar”, comentó Trump el martes, antes de entrar a la sala del tribunal a la cual dijo haber apodado “el congelador”.
El cálido recibimiento fue una señal de lo lejos que están los problemas judiciales de Trump de convertirlo en un paria del partido. Más bien, el juicio sobre los sobornos pagados a la actriz de películas porno Stormy Daniels es un punto de partida para que los aspirantes políticos prueben su lealtad, la última prueba de fuego en un partido que se define cada vez más por la lealtad hacia Trump.
“Lo que está ocurriendo dentro de esa sala de tribunal es una amenaza para la democracia estadounidense”, declaró Vance el lunes en una conferencia de prensa afuera del tribunal en el bajo Manhattan, en la que atacó a algunas personas, entre ellas la hija del juez, de las cuales le han prohibido hablar expresamente a Trump mediante una orden mordaza.
Fue un tema que ha surgido de los numerosos invitados de Trump: han estado viajando a Nueva York y ampliando los temas de debate del expresidente, ahondando en aquellos de los que Trump tiene prohibido hablar.
Entre otros aliados políticos que han ido al tribunal están David McIntosh, director del Club for Growth, quien destinó millones de dólares en gastos contra Trump en 2023 pero desde entonces ha intentado volver a agradarle. También estaba el senador por Florida, Rick Scott, y el fiscal general de Texas, Ken Paxton.
En algunas ocasiones, Trump mencionó que quería ver una muestra de apoyo en las calles afuera del juzgado, y un grupo de colaboradores, además de su hijo Eric, han asistido al juicio en sí. Un representante de Trump comentó que la campaña no había convocado al desfile de políticos, sino que estos aliados acudieron de manera voluntaria.
“Decidieron presentarse”, señaló Trump cuando salió del tribunal el lunes. “Ven todo esto como una farsa”.
Hace ocho años, dentro del partido había una oposición rotunda bajo la consigna: “Nunca Trump” para negarle la candidatura a Trump. Este año, no ha habido casi ningún debate serio dentro del Partido Republicano sobre remplazar a Trump en lo alto de la boleta, ni siquiera en el caso de que sea declarado culpable de un cargo penal antes de la convención de verano del partido.
Trump no ha cambiado desde 2016, pero el partido sí.
En 2016, Paul Ryan era el presidente de la Cámara de Representantes. Era un partidario de Trump dolido y públicamente reacio. Apenas la semana pasada, Ryan señaló que este año no votaría por Trump. “El carácter es muy importante para mí”, comentó.
Ahora en 2024, Mike Johnson es el presidente de la Cámara de Representantes. Es un defensor de Trump complacido y públicamente solícito. Apenas la semana pasada, Johnson celebró una conferencia de prensa en el Capitolio para intensificar una de las obsesiones políticas de Trump: evitar que los inmigrantes del país voten ilegalmente. Uno de los antiguos asesores de Trump, que fungía como pararrayos, Stephen Miller, estaba a su lado.
Actualmente, en la medida en que Trump tiene críticos republicanos, estos son cada vez más exrepublicanos que brindan sus comentarios con la misma frecuencia en CNN que en los pasillos del Congreso.
Sin duda, Trump ha hecho una labor de depuración en el partido. Ha celebrado la derrota de cualquiera que considere un republicano desleal, incluso de quienes perdieron su escaño a manos de demócratas.
En las elecciones de medio mandato de 2022, propuso expulsar a los diez republicanos de la Cámara de Representantes que habían votado a favor de llevarlo a juicio político por su comportamiento antes del motín del 6 de enero y durante él en el Capitolio. Para el final de las elecciones, solo quedaban dos de los diez, y ambos, no por mera coincidencia, habían sobrevivido en los estados donde los dos finalistas avanzaron a las elecciones generales, no en unas elecciones primarias republicanas cerradas.
Después de ver las salas del tribunal el lunes, Vance, quien ganó en las elecciones primarias de 2022 al Senado después de que Trump lo avaló, escribió en una publicación de la plataforma X: “Ahora estoy convencido de que el objetivo principal de este juicio es torturar psicológicamente” a Trump.
El expresidente, a quien se le puede ver con recortes de prensa con comentarios sobre el juicio cuando se va, pareció agradecer las palabras de apoyo de quienes estaban con él. Pero tenía otra idea de cómo podían ayudarle.
“Hay muchas personas que quieren venir”, dijo Trump el lunes. “Yo solo les digo que se queden allá y aprueben muchas leyes para frenar este tipo de cosas”.
c.2024 The New York Times Company