Crimen organizado ‘arrollará’ a López Obrador y la 4T; critica ‘pax narca’: Riva Palacio
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El periodista consideró que AMLO le ha dado más importancia a estrategias sin resultados que al combate con fuego, como la guerra emprendida por Felipe Calderón
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recordó en su más reciente conferencia mañanera frente a los medios de comunicación el día en que Felipe Calderón apareció con uniforme militar y declaró la guerra a las bandas del crimen organizado. La denominada guerra contra el narco.
En la pantalla, el mandatario transmitió la fotografía de Felipe Calderón en Apatzingán, en diciembre de 2006, cuando acompañado por el gobernador de jalisco, Francisco Ramírez Acuña y el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas, así como de su Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, se vistió con una chaqueta y una gorra militar.
“Con una amplia risa, el presidente Andrés Manuel López Obrador mostró ayer en la mañanera una fotografía tomada en enero de 2007 donde aparece el presidente Felipe Calderón con una fatiga militar en medio de dos gobernadores, Francisco Ramírez Acuña de Jalisco, y Lázaro Cárdenas, su actual coordinador de asesores, de Michoacán. Toda su narrativa estuvo intercalada con la derrota que sufrió en las elecciones de 2006 y cómo, mientras Calderón se embarcaba en la guerra contra las drogas para ganar legitimidad, indicó, él reinició su peregrinar por el país en lo que sería una nueva búsqueda por el poder. “Fui el primero en criticar esa política de seguridad”, publicó Riva Palacio.
Al respecto, aseguró de nueva cuenta que por acciones como esa, ha repetido en diversas ocasiones que “no son iguales”, y tiene que ver con la mentalidad que tienen ambos del combate al crimen organizado.
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Sin embargo, el periodista Raymundo Riva Palacio consideró en su más reciente columna ‘Estrictamente personal’ que Andrés Manuel López Obrador ofreció una versión sesgada de lo que detonó la guerra en contra del narcotráfico.
“López Obrador da una versión sesgada, pero no del todo equivocada. Cárdenas, de quien también se mofó ayer, le había pedido apoyo federal a Calderón, entonces presidente electo, porque el presidente Vicente Fox se había negado a respaldar con fuerzas federales a Michoacán, donde se enfrentaban salvajemente Los Zetas con el Cártel del Pacífico -controlado por Sinaloa-. En paralelo, durante la transición, Calderón fue a una reunión en Cuernavaca, junto con quienes serían su procurador, Eduardo Medina Mora, y su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, con altos representantes de la DEA, que le mostraron con datos e información la pérdida de territorio frente a los cárteles y su penetración institucional”, señaló.
De acuerdo con el columnista mexicano, varios elementos tuvieron que suceder para que se hiciera este enfrentamiento sangriento en contra de los cárteles de la droga. Principalmente los informes de la DEA sobre el control territorial extenso del narco, la polémica elección contra el propio AMLO, y una detención ordenada por García Luna.
“García Luna planteaba una estrategia de 360 grados, contra todos los cárteles, pero Calderón estaba renuente. El instinto político lo cambió. En los primeros días de diciembre de 2006, sin consultar con el presidente, García Luna detuvo en la Ciudad de México a Flavio Sosa, uno de los líderes sociales en la toma de Oaxaca en 2005, quien tenía órdenes de aprehensión por secuestro, robo calificado con violencia, incendio, sedición y ataques a las vías generales de comunicación. Calderón le reclamó por la detención, señalando que era una decisión que no debía haber tomado unilateralmente, pero en los días siguientes vio como las encuestas mostraban que la gente apoyaba la acción”.
En este sentido, consideró también que si se mide la estrategia en número de homicidios dolosos, fue un rotundo éxito, pero fue un fracaso también porque no funcionó su política de ataque a las causas de la violencia.
Por otra parte, consideró que Obrador ha hecho completamente lo contrario, pues desechó de manera rotunda la parte que sí dio resultado, el del combate con fuego, mientras que implementó un sinfín de programas sociales a la juventud para atacar las causas de la violencia, lo que en el pasado no funcionó.
“Calderón, empujado por la necesidad de legitimidad después del turbulento proceso electoral de 2006 donde López Obrador en las calles quería impedir que asumiera la Presidencia, mientras el director de un periódico capitalino, un connotado constitucionalista y un miembro actual del Servicio Exterior, exploraban la posibilidad de que se anulara la elección, encontró en la detención de Sosa un respiro y un camino. La guerra contra las drogas comenzó.
Fue sangrienta, porque la Policía Federal, el Ejército y la Marina, enfrentaron a los cárteles de la droga con fuego. Si se miden los resultados por la tasa de homicidios dolosos, fue exitosa. En mayo de 2011 tuvo una inflexión y empezó a bajar sostenidamente el número de crímenes, aunque vista de manera integral, fue un fracaso. La política social que intentó desde 2007 para atacar las causas de la violencia, no funcionó. Las policías municipales, la trinchera fundamental para evitar que el “avispero” sacudido, como definió en ese entonces Medina Mora, fuera contenido, nunca pudieron hacerlo, por falta de capacitación y porque muchos municipios desviaron sus presupuestos a obras electorales”.
En este sentido, advirtió que el reciente llamado del presidente a la Pax Narca, donde el hecho de que domine un solo grupo criminal reduce los índices de violencia, fueron declaraciones “espeluznantes”.
“López Obrador criticó la política de seguridad sin preocuparse de los detalles, tomó lo que no funcionó, los programas sociales en zonas violentas, y desechó lo que sí dio resultado, el combate frontal. El miércoles pasado explicó lo que académicamente han llamado la Pax Narca, como si fuera un logro que no haya violencia donde domina una organización criminal el territorio. Su responsabilidad no es congraciarse, sino evitar que los cárteles y otras bandas de menor calado impongan su ley y sea dueños de comunidades, ciudades, estados y regiones. En una serie de declaraciones espeluznantes, por la forma como él mismo justifica que sean los criminales quienes lleven la paz a las ciudades y no el gobierno el que la provea, rechazó también que los criminales controlen entre el 30 y el 35% del territorio nacional, como estima el Pentágono”.
Además, señaló que los recientes eventos de violencia también fueron un importante revés a sus declaraciones, pues mientras él dice una cosa, el estado violento del país lo contradice de manera súbita.
“Su realidad sólo existe en la mañanera en Palacio Nacional. No es lo que se piensa en el país, ni en el resto del mundo”, reclamó el periodista y analista político, quien se ha destacado por ser uno de los más férreos opositores.
En este sentido, destacó que el presidente López Obrador podrá seguir en la mañanera con todos los dichos presentados hasta el momento, e incluso es capaz de continuar con los reclamos a gobiernos anteriores por supuestamente ser culpables de la violencia que vive México, pero sin realizar acciones claras para frenarla. Sin embargo, concluyó, “no podrá impedir que la violencia lo arrolle a él y a su gobierno”.