¿Cuánto cuesta ‘mantener’ a migrantes en la frontera sur de México?
La Canaco en Tapachula, Chiapas, sostiene que los costos se han triplicado en los últimos ocho años
El costo de “mantener” a un migrante varado en la frontera sur se triplicó entre 2016 y 2024, calculó la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Tapachula, Chiapas, principalmente debido a la inflación y el flujo migratorio.
De acuerdo con Jorge Zuñiga, presidente de la Canaco en el municipio chiapaneco, el costo para sostener a un migrante asciende a mil 200 pesos diarios, mientras que en 2016 era de 400 pesos, por lo que el aumento es de 200 por ciento.
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“Es básicamente el costo de hospedaje, aunque sea en una base migratoria tiene un costo que absorbe: los alimentos, el tema de la salud, el transporte y este tipo de cosas, y en el caso de los municipios el tema de los servicios tiene un costo”, señaló Zúñiga Rodríguez.
Detallaron que el aumento se justifica con la inflación, que en junio fue de 4.98 por ciento, con lo que sumó cuatro meses al alza y cerró la primera mitad de 2024 en su nivel más alto del año, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por otro lado, sostienen que también influye la migración irregular interceptada por México, que subió cerca de 650 por ciento interanual hasta un récord de casi 1.4 millones de enero a mayo, según el Instituto Nacional de Migración (INM).
El encarecimiento de la manutención de los migrantes ha impactado a organizaciones civiles de la frontera sur, que acusan que son las que atienden a los migrantes ante la pasividad del Gobierno.
Lorenza Reyes, del albergue “Todo por Ellos”, dijo que al día se gastan mil pesos solo en una comida para los migrantes que llegan.
“Este albergue vive de la ayuda de las personas de buen corazón mexicanas, vienen aquí y dicen: mire, esto trajimos para el albergue. Aquí se les da hasta ropa, zapatos, tengo un amigo que me apoya con la renta (alquiler) del albergue”, expuso a la agencia Efe.
Por su parte, los migrantes que llegan al citado albergue señalan que dependen de la caridad, como es el caso de la venezolana Andreina Santana, quien asegura que huyó de su país por discriminación en su familia y las pandillas que la amenazaban por pertenecer a la comunidad LGBT.
“Yo sufrí discriminación en la calle, la gente me apunta, me ven como si estuviera haciendo algo malo”, contó a Efe.
Edwin, de origen hondureño, explicó que sus gastos diarios son transporte y el uso de baños, pues la comida se las otorgan en el refugio.
“Por lo menos, (gasto) unos 200 a 250 pesos en comida, pasaje. Hay gente que no tiene accesibilidad a un baño, por el transporte aquí hay bastante inflación. Gracias a Dios que tenemos ese apoyo con la señora que nos brinda la mano y nos regala los tiempos de comida”, describió.
