Día del Amor y la Amistad... La verdadera historia de San Valentín, el mártir que murió por amor y la espeluznante celebración pagana que opacó
COMPARTIR
El 14 de febrero simbolizó el propósito de un Papa de acabar con ciertas costumbres paganas que aún se practicaban en Roma ensalzando la figura de Valentín, un sacerdote católico que murió por amor
El Día de San Valentín o Día del Amor y la Amistad, no es una invención de los grandes almacenes. Más allá del marketing, los regalos, los viajes y las cenas románticas, se esconde una historia tan singular como fascinante que merece ser conocida.
El 14 de febrero simbolizó el propósito de un Papa de acabar con ciertas costumbres paganas que aún se practicaban en Roma, y ensalzar así la figura de un valiente sacerdote.
Dicen los historiadores que el día de los enamorados fue un invento, una hábil estratagema del Papa Gelasio I por terminar con aquellas fiestas que se celebran en la Roma del siglo 495 d. C en honor al dios romano Lupercus, protector de la fertilidad y los rebaños e identificado con el lobo sagrado de Marte.
Esta fiesta se llevaba a cabo del 3 al 15 de febrero y era realizada en honor a Luperca, una loba que, según la mitología romana, amamantó y cuidó a los gemelos Rómulo y Remo, quienes habrían sido los fundadores de Roma en Italia. Por esto, en el festejo se pretendía estimular la fertilidad de las mujeres.
TE PUEDE INTERESAR: Jabón Rosa Venus, ‘el jabón del amor’... el aroma que delata a los enamorados en este San Valentín
En esta fiesta, tanto hombres como mujeres se desnudaban para después emborracharse. Los participantes asesinaban cabras y perros para bañar con la sangre a los hombres, quienes una vez empapados, le daban latigazos a las mujeres con el fin de garantizar su fertilidad.
Tras esta espeluznante práctica, las mujeres eran sorteadas para dormir con los invitados de la celebración.
San Valentín
La Iglesia Católica no estaba de acuerdo con dicha celebración y para erradicarla, el Papa Gelasio I la transformó al catolicismo a partir del 14 de febrero del año 494 después de Cristo.
Para que esta fuera aceptada, tenía que tener una figura que la representara. Así fue como se eligió a San Valentín, conmemorando ese día como una festividad oficial.
Según la tradición, San Valentín fue un sacerdote que desafió las órdenes del emperador romano Claudius Aurelius Marcus Gothicus (Claudio II), quien había prohibido la celebración de matrimonios entre jóvenes, porque los solteros sin familia y con menos ataduras eran mejores soldados, según su opinión.
Este sacerdote consideró que era una decisión injusta y desafió al emperador, celebrando en secreto matrimonios, de ahí que se le considera un cupido. Cuando se enteraron de esto, el emperador lo encarceló y sentenció a muerte.
Mientras pasaba los días preso, Valentín entabló una amistad con la hija del carcelero, al punto de quedar profundamente enamorado. Sin embargo, su amor no perduró, ya que cuando el emperador se enteró de dicha amistad lo mandó a golpear y decapitar un 14 de febrero.
Lo que pocos sabían es que antes de morir, debido a que él ya estaba condenado a muerte, Valentín había escrito una carta de despedida a su amada con la firma “de tu amor: Valentín”.
Desde que el Papa Gelasio I nombrara al 14 de febrero como una festividad de amor y comunión, San Valentín ha sido considerado como el santo patrón de los enamorados, ya que fue capaz de dar su vida por unir ante Dios a miles de parejas.