El día en que ‘La Tigresa’ abofeteó al Presidente de México, delante de su esposa y el Estado Mayor, tras terminar su relación amorosa

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/ 1 marzo 2023

Irma Serrano llevó serenata al presidente de la República a la desaparecida la Residencia Oficial de los Pinos y delante de su esposa y el Estado Mayor Presidencial le dio una cachetada al terminar su amasiato

Irma Serrano ‘La Tigresa se vio envuelta en diversas polémicas durante su estrepitosa vida debido a distintos amoríos que sostuvo con personajes de la política mexicana y de la farándula, siendo el más influyente de sus amantes, nada más y nada menos que el entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, quien, por cierto, estaba casado.

Sin duda, el más polémico de sus amoríos fue el que sostuvo el mandatario de la Nación y fue en 1969 cuando comenzaron a surgir los rumores de la relación entre la actriz y el político, hecho que causó controversia, pues éste último estaba casado con la primera dama Guadalupe Borja.

En su libro “La Suerte de la Consorte” de Sara Sefchovich, se relata que mientras Guadalupe Borja se aislaba de su marido porque no podía soportar las presiones que surgieron tras la masacre estudiantil de 1968, Díaz Ordaz inició una historia de amor con Irma Serrano, conocida como “La Tigresa”.

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Lo sucedido en 1968 hizo que la salud de la primera dama se deteriorara, “se le veía temblorosa e inestable” y su hija empezó a aparecer en actos oficiales, “como primera dama sustituta”, detalla el libro que vio la luz en 1999.

El affaire entre la actriz y el presidente iba de viento en popa. Irma Serrano reveló en sus memorias que lo conoció “En una de tantas reuniones de políticos. Aquel personaje era un don nadie pero llegó a ser el gusano mayor para regir los destinos del país durante seis años. Descubrí que era más atractivo de lo que me imaginaba, no de su físico del cual han hecho tantas bromas, sino por su intelecto. Tiene una personalidad un tanto especial: es simpático, duro a veces, determinante y necio igual que yo”.

La relación extramarital debió confinarse a cuatro paredes. Necesitaban guardar las apariencias para no alterar los destinos de la Nación, pero Guadalupe Borja siempre conoció los detalles de la otra historia de amor, de las joyas, tierras y regalos extravagantes.

En el libro A calzón quitado, La Tigresa acepta que “sí, lo quise mucho; él me quería mucho, me consentía mucho, nunca me prohibió o me dijo ‘no hables de mí’”.

Díaz Ordaz siempre fue generoso. Entre los regalos que le ofreció había una cama que perteneció a la emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano de Habsburgo; una cama dorada, con adornos en forma de cisne, que hoy forma parte de la exhibición montada en el Castillo de Chapultepec para ilustrar el siglo XIX, la época en que el emperador gobernó México.

Cinco años después, terminó el tórrido romance. De acuerdo a la versión de la actriz y política chiapaneca, la primera dama fue la responsable y a través del secretario de Gobernación, Luis Echeverría, Doña Guadalupe intervino para boicotear sus proyectos cinematográficos, discográficos y hasta sus apariciones en televisión.

Adolorida, Irma Serrano se enfundó en un traje folclórico, rentó los servicios de un grupo de mariachis y acudió a la Residencia Oficial de los Pinos, decidida a cantar su verdad y a llevarle una serenata a la esposa del presidente por su cumpleaños. “Firme, Irma, firme, me dije a mí misma para recuperar el valor que se me andaba queriendo huir”.

El relato que La Tigresa comparte incluye las estrofas que ella misma escribió para esa especial ocasión:

Sara Sefchovich también refiere la escena. Asegura que Gustavo Díaz Ordaz salió de la casa para encarar la sorpresiva serenata y terminar la relación. Al ver que el final del romance era definitivo, Irma Serrano le soltó una bofetada. Los guardias del Estado Mayor Presidencial cortaron cartucho, pero el presidente dejó pasar la agresión. Al parecer, el golpe en el rostro le provocó un desprendimiento de retina al mandatario, pero La Serrano salió de Los Pinos y de la vida amorosa de Díaz Ordaz. Todo había terminado.

Años después, cuando el ex presidente fue designado Embajador de México en España, ofreció una conferencia de prensa en la que se refirió a su relación con Irma Serrano: “Fue como tener una experiencia con una totonaca”. Ese fue el origen de la venganza y La Tigresa decidió publicar sus memorias y detalles de su amorío con el presidente en dos volúmenes: A calzón quitado y A calzón amarrado.

Los otros amoríos de Irma Serrano

Fue hasta el año 2000 cuando Irma Serrano volvió a dar de qué hablar y es que en esa ocasión mantuvo una relación con “El Pato” Zambrano, exintegrante de Big Brother, quien era 30 años más joven y quien además fue señalado de intentar estafar y aprovecharse de la actriz, obteniendo beneficios económicos por su relación.

Irma Serrano incluso llegó a acusar a su entonces pareja de haberla querido envenenar con una quesadilla, hecho que Zambrano negó, asegurando que siempre sintió un amor sincero por la actriz.

En 2003, Poncho de Nigris, otro exintegrante de Big Brother se vio involucrado con Serrano, sin embargo, luego de que terminara su relación, el regiomontano aseguró que todo fue parte del show e incluso dijo que nunca existió un amorío entre ambos y que había fingido ser homosexual para ‘escapar de sus garras’.

Un año después, Irma Serrano se casó, simbólicamente, en una ceremonia indígena, con el cantante José Julián que en ese entonces tenía 29 años. No obstante, el amor duró poco y la actriz terminó acusándolo de no “haberle cumplido como hombre”.

La actriz Irma Serrano murió a los 89 años de edad, informó la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI). La actriz y cantante incursionó en la política al fungir como diputada y senadora por el estado de Chiapas. Participó en las cintas Lola la trailera, La tigresa, La venganza de Gabino Barrera, El hijo del diablo, Santo contra los zombies y Los amantes del señor de la noche, por mencionar algunas.

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