‘El que manda es Inzunza’: Señala Loret de Mola al senador Enrique Inzunza de operar bajo las sombras en Sinaloa
El exsecretario de Gobierno de Sinaloa, señala el periodista, ha sido alcanzado por el escándalo del montaje elaborado por la Fiscalía del estado en el caso del asesinato de Héctor Melesio Cuén
CDMX.- Hasta ahora, el único político sinaloense salpicado en el crimen del asesinato de Héctor Melesio Cuén había sido el gobernador Rubén Rocha Moya, señalado directamente por “El Mayo” Zambada, pero el escándalo ha alcanzado a Enrique Inzunza.
De acuerdo con el periodista Carlos Loret de Mola, el senador por Morena y exsecretario de Gobierno de Sinaloa es el poder tras el trono en Sinaloa, entidad que cumple 46 días en una ola de violencia desatada por la detención del capo sinaloense.
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“Todo mundo sabe que la cara del gobierno (de Sinaloa) es Rocha, pero el que manda es Inzunza”, señala hoy en su columna “Historias de Reportero”.
Inzunza fue secretario de Gobierno de Rocha Moya y dejó el cargo para participar como candidato al Senado bajo las siglas de Morena en las elecciones pasadas, las cuales ganó y hoy desempeña como senador.
Pese a haber dejado la Secretaría de Gobierno hace dos meses, Loret de Mola afirma que el poder e influencia de Inzunza en Sinaloa no ha disminuido. ¿La razón? El funcionario, originario de Badiraguato, dejó una red de familiares trabajando en el gobierno que encabeza Rocha Moya y en el Poder Judicial del estado.
“Su esposa es magistrada del Supremo Tribunal de Justicia de Sinaloa. Su hermana, del Tribunal Electoral Estatal. Un hermano es director general del Colegio de Bachilleres. Otro, administrador del Centro de Justicia Penal del Supremo Tribunal. Su cuñada y más de una decena de sobrinos, en la nómina. El presidente de la Corte del Estado es su compadre”, detalla el periodista.
¿CÓMO INVOLUCRA ESTO A INZUNZA CÁZAREZ EN EL CASO DE CUÉN?
Si bien de acuerdo con Carlos Loret de Mola, Enrique Inzunza ha operado bajo las sombras en Sinaloa, el caso de Héctor Melesio Cuén hace imposible que se mantenga ahí porque “muchos ojos están volteando en dirección suya”.
“Hoy Inzunza empieza a tener una relevancia nacional porque lo salpica el escándalo del montaje en la investigación del asesinato de Héctor Melesio Cuén, principal rival político del gobernador morenista de Sinaloa”, refiere el editorialista.
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El periodista afirma en su columna que tanto Sara Bruna Quiñónez como Claudia Sánchez Kondo, la ex y actual fiscal de la entidad, respectivamente, pertenecen al grupo político del exsecretario de Gobierno.
Quiñónez Estrada presentó su renuncia luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) exhibió las inconsistencias en la investigación del homicidio de Cuén por parte de la Fiscalía local.
Recientemente, la FGR confirmó que la Fiscalía de Sinaloa realizó un montaje en el caso del asesinato de Cuén Ojeda. Sin embargo, un grupo de al menos 20 empleados de la dependencia niegan tal señalamiento.
La versión de la Fiscalía estatal, sobre que el exrector había sido asesinato en una gasolinera por un intento de robo, fue desmentida por Ismael “El Mayo” Zambada en una carta que escribió en Estados Unidos, donde se encuentra siendo procesado. A raíz de ello, la FGR atrajo el caso.
“La fiscal Sara Bruna Quiñónez renunció desde que fue descubierta en el montaje y no se sabe de su paradero. Quizá Inzunza sepa. Sara Bruna es su gente. También es de su grupo político la que entró en su relevo: la nueva fiscal Claudia Sánchez Kondo”, expone el periodista.
Zambada señaló que Cuén fue asesinado en la finca donde él fue secuestrado para ser trasladado a Estados Unidos, versión que fue confirmada por la FGR. Según el capo, él quedó de reunirse en ese lugar con el exrector y Rocha Moya para resolver un conflicto político.
El gobernador ha negado haber sido citado e incluso que haya acudido a la reunión. Además en Sinaloa, circula extraoficialmente la versión de que Inzunza como Rocha estuvieron en la finca el día que fue asesinado Cuén. Hasta el momento, esto no ha sido confirmado.
Loret de Mola refiere que el presunto vínculo entre el gobierno de sinaloense con el crimen organizado no es un asunto de politiquerías.
“Estamos hablando de un gobierno bajo sospecha de haberse aliado con una facción del cártel más relevante de México, de la otra facción anunciando que quiere derrocar a ese gobierno, del asesinato político de mayor impacto en los años del obradorato y de una investigación que no se queda en Sinaloa, sino que tiene alcances nacionales e internacionales”, expone.
