Frenan sueño escocés sobre salida de RU
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LONDRES, GBR.- La Corte Suprema de Gran Bretaña falló ayer que Escocia no tiene la facultad para llevar a cabo un nuevo referendo de independencia sin el consentimiento del Gobierno británico. La decisión representa un retroceso para la campaña del Gobierno escocés para separarse del Reino Unido.
El máximo tribunal determinó que el Parlamento escocés “no tiene competencias para legislar un referéndum sobre la independencia de Escocia”. El presidente de la Corte Suprema, Robert Reed, dijo que el veredicto fue unánime.
El Gobierno escocés semi-autónomo quiere celebrar un referendo en octubre del próximo año con la pregunta: “¿Debería Escocia ser un país independiente?”.
El Gobierno de Gran Bretaña en Londres se rehúsa a aprobar una votación, señalando que el asunto se resolvió en un referéndum de 2014 en el que los votantes escoceses rechazaron la independencia por un margen de 55 por ciento a 45 por ciento.
Sin embargo, el Gobierno a favor de la independencia en Edimburgo quiere volver a plantear la cuestión, argumentando que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea –a la que se opuso la mayoría de los votantes escoceses– ha cambiado radicalmente el panorama político y económico.
La primera ministra Nicola Sturgeon alegó que tiene un mandato democrático del pueblo escocés para celebrar una nueva votación de secesión porque hay una mayoría independentista en el Parlamento escocés.
Durante las audiencias de la Corte Suprema el mes pasado, Dorothy Bain, la máxima responsable de asuntos jurídicos del Gobierno escocés, dijo que la mayoría de los legisladores escoceses habían sido elegidos con el compromiso de nuevo referéndum de independencia.