Hallazgo sin vida de ‘El Chueco’ no es justicia, afirman jesuitas; familia reconoce cádaver
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“Su aparición sin vida de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara”, subrayaron
La localización sin vida de José Noriel Portillo, “El Chueco”, señalado como presunto responsable del homicidio de los dos jesuitas de Cerocahui, no puede considerarse como un triunfo de la justicia, advirtió la Compañía de Jesús, después de que este miércoles se diera a conocer que el cuerpo hallado podría pertenecer a dicho hombre.
“Su aparición sin vida de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara”, subrayó en un comunicado.
“Por el contrario, la ausencia de un proceso legal conforme a derecho con relación a los homicidios implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”, aseveró.
La organización religiosa lamentó el fallecimiento de la persona que fue encontrada por las autoridades de Sinaloa, junto con todos los decesos que han sido causados por la violencia que impera en el país.
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Esto después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador diera a conocer este miércoles que el hombre localizado en Choix, Sinaloa, al parecer fue ejecutado y podría tratarse de “El Chueco”, jefe de plaza del grupo delictivo “Los Salazar”, un grupo armado afín a Cártel de Sinaloa.
Por su parte, la orden jesuita confirmó que recibió de las autoridades de Chihuahua información preliminar sobre el hallazgo. Sin embargo, apuntó que, de confirmarse, no sería el desenlace que esperaban.
Ante esto, reiteraron su llamado al Estado para que cumpla con las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), emitidas en enero a favor de once integrantes de la comunidad jesuita de Cerocahui, por considerar que se encuentran en una situación de daño irreparable, gravedad y urgencia.
Estas fueron implementadas el pasado 16 de marzo para tres religiosas y nueve sacerdotes, junto con un esquema de coordinación para llevarlas a cabo.
“Los jesuitas nunca hemos callado ni callaremos ante la violencia y la deshumanización. Seguiremos en la Tarahumara y en otras regiones de México, trabajando para que haya paz, justicia, derechos humanos y reconstrucción del tejido social”, concluyó la Compañía de Jesús.
El 20 de junio del 2022, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, sacerdotes jesuitas de la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, fueron asesinados dentro de la iglesia de la zona.
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Además, fueron privados de su libertad y asesinados ese mismo día el guía de turistas Pedro Palma y el joven Paul Berrelleza.
José Noriel Portillo Gil es señalado en las investigaciones como el principal responsable.
Sin embargo, de acuerdo con López Obrador, dicho hombre era “tolerado en la zona” por las autoridades chihuahuenses, quienes “sabían y no se hacía nada”.
“Tan es así que los mismos sacerdotes lo identificaron. Se sabía que él operaba y lo hacía con impunidad”, denunció el presidente durante la mañanera este miércoles.
Desde el crimen, jesuitas ha señalado que la Sierra Tarahumara enfrenta condiciones de violencia por parte de grupos armados, aunado a una pobreza extrema y marginación histórica.
Además, afirman que la labor que realizan en la Sierra se ha visto trastocada por los asesinatos de sus compañeros.
Al mismo tiempo, han reiterado la importancia de la investigación y la rendición de cuentas por parte de los perpetradores para evitar que estos hechos se vuelvan a repetir.
Familiares reconocieron su cadáver; Fiscalía de Chihuahua confirmará con prueba de ADN
El fiscal General de Chihuahua, César Gustavo Jáuregui Moreno, confirmó que con el hallazgo de un cuerpo sin vida, en Choix, Sinaloa, parece haber concluido la cacería en contra de José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, pues familiares de este presunto criminal lo habrían reconocido.
De acuerdo con el funcionario chihuahuense, fue Diana Carolina Portillo, hermana del presunto criminal, quien reconoció el cadáver localizado este martes por la noche en el municipio de Choix, Sinaloa.
Sin embargo, el Fiscal informó que a las autoridades no les es suficiente la presunción de que el cuerpo corresponde al del presunto asesino de los sacerdotes jesuitas en Cerocahui y la confirmación se dará al 100% una vez que se tengan los resultados de las pruebas de ADN.
Hasta este miércoles, los restos del presunto delincuente permanecían resguardados en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de la ciudad de Los Mochis.
Con información de medios