A un año de la presidencia de Milei, Argentina es un referente de la ultraderecha hay pobreza y desempleo
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Un año después de que Javier Milei se convirtiera en presidente de Argentina, ha posicionado a al país como un faro de la ultraderecha en el mundo, pero también paralizó la educación, la salud y las pensiones, y ha generado desempleo y pobreza
BUENOS AIRES- Un año después de asumir la Presidencia de la República, Javier Milei ha posicionado a Argentina como un faro de la ultraderecha en el mundo, ha forjado alianzas incondicionales con Estados Unidos e Israel, y ha alejado al país de la lucha contra el cambio climático y la Agenda 2030.
“El mundo ha sido sumergido en una oscuridad profunda y exige a gritos ser iluminado, y nosotros podemos y debemos echar esa luz. Argentina puede ser un faro para el mundo, un faro de faros, podemos ser ejemplo para un Occidente que necesita desesperadamente reencontrarse con las ideas de la libertad”.
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Con estas palabras Milei cerró este miércoles la primera edición de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés) en Buenos Aires, en la que participaron algunos de sus políticos predilectos, como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y el español Santiago Abascal, líder del partido Vox, y durante la cual abogó por una “internacional derechista”.
Estas declaraciones, así como la celebración de este evento en Argentina, no sorprendieron a nadie: desde incluso antes de su llegada a la Presidencia, Milei ha expresado su admiración por los principales referentes de la ultraderecha y, a un año de su desembarco en la Casa Rosada, se ha convertido en un destacado miembro del club.
Tras abrazar durante la campaña electoral a figuras como Donald Trump, Elon Musk, Nayib Bukele y Benjamín Netanyahu, su primer viaje como presidente electo fue al Foro de Davos para alertar de que «Occidente esta en peligro» ante al avance del «socialismo empobrecedor», y el segundo a Israel, para reafirmar su apoyo incondicional al Gobierno de Netanyahu.
A estos viajes se suman además siete visitas a Estados Unidos, durante las cuales ha mantenido encuentros con Musk, Trump y otros referentes conservadores, ha asistido a dos ediciones del CPAC y se ha presentado ante la Asamblea General de la ONU como un férreo opositor a la Agenda 2030.
¿’PERFOMANCE’ O IDEOLOGÍA?
“Cuando asume, se da cuenta de que la política exterior es una parte importante, no pensando en Argentina, sino en él, en su imagen internacional y proyección individual. Milei habla de su ‘performance internacional’, no habla del país”, comenta a EFE Federico Merke, director de la Maestría en Política y Economía Internacional de la Universidad de San Andrés y docente del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), que forma a los diplomáticos argentinos.
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Otros, como Ariel Levaggi, director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica Argentina, consideran que la inclinación ideológica es esperable: “En la visión libertaria, Estados Unidos es el país que promueve la democracia, la libertad y los derechos humanos a nivel global. En términos de intereses concretos, hay una búsqueda de apoyo para flexibilizar ciertas posiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y acceder a la confianza de Wall Street”.
El FMI es el principal acreedor de Argentina, entidad con la que mantiene un acuerdo para refinanciar préstamos por valor de 45,000 millones de dólares concedidos en 2018, durante el Gobierno conservador de Mauricio Macri.
Levaggi, también coordinador del comité dedicado a EE.UU. en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), destaca además la decisión de Milei de renunciar, en base a su enemistad ideológica con Rusia y China, a la incorporación de Argentina a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), un grupo de economías emergentes que se han unido para promover la cooperación económica, política y social.
Merke, por su lado, considera que Milei ha apostado por la «línea dura» al aliarse de forma incondicional con Washington y pone como ejemplo de esta postura el reciente cese de la canciller Diana Mondino después de que Argentina votara contra el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba.
“Mondino descansó en el conocimiento y la información que le trasladó el personal de la Cancillería argentina, donde la postura histórica es la condena. Además, desde una perspectiva libertaria, estar a favor de un bloqueo comercial es una contradicción”, agrega.
AGENDA CLÍMÁTICA “AFUERA”
“No cuenten con nosotros”, fue la frase de cabecera de Milei durante su intervención en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, pese a que dio su visto bueno al documento final con observaciones en todos los puntos relacionados con los objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU.
El presidente argentino hizo campaña y ganó las elecciones denostando la Agenda 2030 y la crisis climática, al asumir el cargo redujo el Ministerio de Ambiente a una Subsecretaría y a mediados de noviembre retiró a su delegación de la COP29, que se estaba celebrando en Bakú.
“Para Milei, el cambio climático es un fenómeno que obedece a un ciclo natural y, por lo tanto, no tenía mucho sentido invertir esfuerzos estatales en transición o regulación energética”, concluye Merke.
POBREZA, DESEMPLEO Y GOLPE A LA DEMOCRACIA
La “motosierra”, como se conoce a los recortes aplicados por el presidente Javier Milei, ha desmontado ministerios, centros de ayuda social e instituciones, ha paralizado la educación, la salud y las pensiones, y ha generado desempleo y pobreza, un retroceso que coloca a Argentina en las antípodas de lo que fue en el pasado como referente democrático.
Durante la campaña que le llevó a la victoria para asumir el 10 de diciembre de 2023, Milei se presentó como un “libertario anarcocapitalista” y adquirió notoriedad por sus expresiones histriónicas.
Nadie olvida cuando, en un programa de televisión, arrancó con furia papeles de un tablero con los nombres de los ministerios, al grito: “afuera, afuera”. Fue el presagio de lo que estaba por llegar.
Tras instalarse en la Casa Rosada, empezó a cumplir sus promesas: redujo los ministerios de dieciocho a nueve, ejecutó despidos, devaluó la moneda, acabó con subvenciones y ayudas, y vetó la subida de las pensiones y la ley de financiación universitaria.
Milei cargó contra los jubilados y el sector educativo, dos intocables en la historia argentina.
Entre diciembre de 2023 y agosto de 2024 se perdieron 180,000 empleos: 52,000 en el sector público y 128,000 en el privado, según un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El desempleo y la inflación, que alcanzó el 193% interanual en octubre pasado, elevaron la pobreza al 52%.
CLASE MEDIA EMPOBRECIDA
“Antes viajaba a Europa, a Asia. He tenido que vender los 10.000 dólares que tenía ahorrados para llegar a final de mes”, dice a EFE Alejandro Sosa, un administrador de empresa y ejemplo de la nueva clase media empobrecida.
La directora de Amnistía Internacional (AI) en Argentina, Mariela Belsky, explica a EFE que antes de Milei “el Estado empleaba a muchísima gente, subsidiaba a muchísima gente, obras públicas, programas vinculados a la agenda de género, diversidad, adultos” y “todos se redujeron, fueron cortados, se suspendieron”.
Sobre el impacto, la médica Mabel Bianco, especializada en salud pública, advierte a EFE de que en el caso de los niños “esa pobreza del 52% sube a más del 60%, y además ha aumentado la indigencia. Es pobreza extrema y las mujeres y los niños son los más afectados”.
Bianco expone las consecuencias: “Estos niños que no están comiendo, o están comiendo una vez al día -cuando hay comedor escolar o comunitario-, van a tener un déficit mental y psicosocial (...). Nos estamos empobreciendo a futuro, eso es lo más grave”.
FALTAN MEDICAMENTOS
Otra decisión que adoptó Milei fue dejar en manos de las administraciones provinciales programas que gestionaba el Gobierno, pero sin dotarlas de fondos.
“La educación y la salud son de competencia local, pero las provincias tenían fondos propios y fondos de transferencia a la coparticipación. Milei limita esas transferencias y los gobiernos locales se ven en la obligación de ajustar”, detalla Belsky.
Bianco añade que el Gobierno ha dejado de ejecutar presupuesto y está retrasando las compras de insumos para la salud -que sí son competencia del Estado-, dado que los presupuestos que quiere aprobar Milei van a recortar aún más estas partidas.
“No tenemos oncológicos, una irregularidad espantosa. Hay problemas con la provisión de antirretrovirales (...). No estamos teniendo anticonceptivos, insumos tan fundamentales como preservativos. Tenemos dificultades con botiquines básicos, medicamentos para la diarrea, la neumonía, la bronquiolitis”, añade.
DERECHOS Y DEMOCRACIA
Según la directora de AI, “hay una negación muy importante de las agendas de derechos humanos, de la Agenda 2030, de la crisis climática (...). Han cerrado un montón de programas vinculados a la diversidad, han sacado los cupos trans (empleos estatales para este colectivo), lo mismo con las discapacidades”.
Y lanza una alerta: “Hay una gran censura y limitación de la libertad de expresión hacia periodistas, sociedad civil, personas que piensan diferente (...). Quienes cuestionan al Gobierno son demonizados y deslegitimados públicamente”.
Según Belsky, “hay un retroceso de los derechos muy importante» en un contexto en el que «el Gobierno está envalentonado y la oposición desarmada”.
El director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), Alfredo Serrano, coincide en que Milei “tiene un modelo de retroceso en derechos en la amplitud de la palabra; cuando habla de la retirada del Estado está diciendo retirada de los derechos”.
“Habla de la libertad con muchas falacias (...), intenta transformar los sentidos comunes de la Argentina, hacer que la sociedad metabolice este retroceso de derechos, que lo crea natural”, indica.
A pesar de todo, Argentina tiene «una matriz progresista muy fuerte» y, aunque Milei lo intenta, «el pulso no lo ha ganado”, concluye Serrano.
Por Augusto Morel y Esther Rebollo, Agencia EFE.