Alcalde italiano prohíbe de forma extraña que los residentes se enfermen

A las personas que viven en un pueblo italiano se les prohíbe enfermarse.

A los habitantes de Belcastro, en la región sur de Calabria, una de las más pobres de Italia, se les “ordena evitar contraer cualquier enfermedad que pueda requerir asistencia médica de emergencia”, según un decreto del alcalde Antonio Torchia.

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La ordenanza también instruye a los residentes a no correr riesgos ni sufrir accidentes que puedan terminar poniendo en peligro su salud, informaron medios locales.

Se les ha aconsejado que permanezcan en casa tanto como sea posible y que no salgan a viajar ni a practicar deportes.

A los residentes se les ordenó “no incurrir en conductas que puedan ser perjudiciales y evitar accidentes domésticos” y “no salir de casa con demasiada frecuencia, viajar o practicar deportes, y [en cambio] descansar la mayor parte del tiempo”.

Torchia dijo que la norma es “obviamente una provocación humorística”, pero está teniendo más efecto que los avisos urgentes a las autoridades regionales sobre la falta de acceso a la atención médica en el pueblo.

No está claro cómo se harán cumplir las reglas, si es que se hacen cumplir.

Pero hablando con la televisión italiana , añadió: “Esto no es sólo una provocación”.

“La ordenanza es un grito de ayuda, una manera de poner de relieve una situación inaceptable”.

Como Belcastro está en una región remota, no hay atención de emergencia disponible durante la noche ni en días festivos, el centro de salud suele estar cerrado y la sala de emergencias más cercana está en Catanzaro, a unos 45 kilómetros de distancia, dijo Torchia.

Dijo a la televisión italiana que es difícil “sentirse seguro cuando sabes que si necesitas ayuda, tu única esperanza es llegar a [Accidentes y Emergencias] a tiempo”, y agregó que las carreteras eran casi “un riesgo mayor que cualquier enfermedad”.

Aproximadamente la mitad de los 1.200 residentes de Belcastro tienen 65 años o más, lo que hace que el acceso a la atención médica sea una necesidad para la población que envejece.

Desde 2009, 18 hospitales de la región han cerrado, lo que ha obligado a la gente a buscar asistencia médica fuera del área.

“Si no proporcionamos servicios esenciales, estas ciudades, estos pueblos, morirán en 10 años”, dijo Torchia.