Boris Johnson paga una multa por la “partygate” y rechaza renunciar
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Boris Johnson informó que pagó la multa que le fue impuesta por violar las normas del confinamiento al asistir a una fiesta de cumpleaños en su residencia, es el primer alto funcionario en ser sancionado por infringir la ley.
Las multas que les fueron impuestas tanto a Johnson como a su esposa, Carrie, y al jefe de Hacienda, Rishi Sunak, volvieron a evidenciar una crisis latente en torno al primer ministro, por lo que los políticos de oposición pidieron su dimisión de inmediato.
Johnson y su gobierno han estado enfrentado a una creciente indignación después de que a finales del año pasado se hicieron públicas las acusaciones entorno a él y a su equipo por haber pasado por alto las restricciones contra la pandemia impuestas por Gran Bretaña al celebrar fiestas en sus oficinas en 2020 y 2021 justo cuando millones de personas en el país tenían prohibido reunirse con amigos y familiares, o incluso asistir a los funerales de sus seres queridos.
“He pagado la multa y quiero ofrecer una disculpa plena”, aseguró Johnson. “Comprendo la indignación que muchos sentirán por el hecho de que yo mismo no haya respetado las normas que el gobierno que encabezo había introducido para proteger a los ciudadanos. Acepto con total sinceridad que la gente tenía derecho a esperar algo mejor”, añadió.
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Por su parte, Johnson narró que la reunión duró “menos de 10 minutos” y que “en ese momento, no se me ocurrió que esto podría haber sido una violación de las normas”.
En tanto que los agentes de la Policía Metropolitana de Londres informaron que habían emitido al menos 50 multas después de investigar una docena de eventos realizados en el número 10 de Downing St. y en otros edificios gubernamentales. En las que al parecer, se incluyen fiestas de oficina de “trae tu propia bebida” y “viernes de vino” y que fueron organizadas por el personal de Johnson .
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Por su parte, el primer ministro británico se negó a presentar su renuncia y aseveró que, en su lugar, va a redoblar sus esfuerzos para fortalecer la economía y combatir la invasión rusa en Ucrania.
“Comprendo la ira que muchos sentirán porque yo mismo me quedé corto cuando se trataba de observar las mismas reglas que el gobierno que dirijo introdujo para proteger a la ciudadanía, y acepto con toda sinceridad que la gente tenía derecho a esperar algo mejor”, dijo Johnson. “Y ahora siento una obligación aún mayor de cumplir con las prioridades del pueblo británico”, añadió.
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En tanto que los legisladores de la oposición exigen que Johnson deponga a su cargo argumentando que las multas que se le impusieron a él y al jefe del Tesoro, Rishi Sunak, son pruebas de “delincuencia” en el seno del gobierno.
Si bien el escándalo del “partygate” es una amenaza para el gobierno de Johnson, el primer ministro británico se convirtió en una figura central en la organización de la oposición internacional a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Con información de la Agencia The Associated Press.